Este verano (¿que lejos parece con tanta nieve, eh?), pasé un tiempo en su casa y una de las tardes, entre que bajaba el calor y mirábamos al techo, decidimos meternos entre fogones a hacer el idiota. El resultado fue este nada digestivo bollo que probó hasta una vecina y estaba para chuparse los dedos.

INGREDIENTES
-230 gramos de mantequilla (que no margarina, eh?)
-400 gramos de azúcar
-2 cucharaditas de vainilla (pequeñitas, de esas de postre o café)
-4 huevos
-80 gramos de cacao (cacao en polvo no es lo mismo que colacao, que nos conocemos)
-120 gramos de harina
-1/2 cucharadita de levadura (muy poquito, si os pasáis el bollo explota)
-1/4 cucharadita de sal (repito lo mismo, cuidado con la cantidad, no queremos sabores mutantes)
Y AHORA... COCINEMOS
Para empezar, hay que derretir la mantequilla en el microondas y por otro lado, mezclar bien el azúcar con la vainilla para añadírselo después a la mantequilla.
Se bate un huevo y se mezcla todo bien.


Poco a poco, se va agregando el cacao, la harina, la levadura y la sal, con cuidado de que no se formen grumos y todo quede bien mezclado.

Se unta un molde con un poco de mantequilla, lo justo para engrasarlo y que no se pegue, se vierte la mezcla y se mete en el horno, que hemos precalentado a 175º

Se hornea durante 25-45 minutos. Saber que está bien hecho es tan fácil como pinchar el protoBrownie y comprobar si se queda pegado. Si lo hace tendréis que esperar un poco más y mientras, podéis comeros el rebaño (véase los restillos que se han quedado en el bol y no han llegado al molde) como hace Nicholina.


Si no es así, ya podéis sacarlo, espolvorearle un poquito de azúcar glass por encima y disfrutarlo. Fácil, ¿verdad?

Si alguno se anima a probar suerte, me encantará que me contéis la experiencia, ya sabéis, el correo siempre está abierto a cualquiera.
¡Que lo disfrutéis, beXotess y feliz Navidad!