23/10/09

Mugen no Juunin (無限の住人)

Actualizo ahora que tengo un ratito porque posiblemente esté demasiado agobiada hasta que pase el Salón de Barcelona y todos los exámenes como para volver a postear en una temporada. Así que para compensar un poquito, subo entrada con chicha (al menos para mi n.n) que después de tanto relatillo y tanto pensar hace falta el toquecillo friki.


Hace unos cuantos posts hablaba de una entrada, recomendación de Mew, sobre mis hombretones. Estuve dandole vueltas y me di cuenta de que un único post para recoger todas mis obsesiones era muy poco, así que he decidido ir de uno en uno. De serie en serie como mucho.

Empezamos, cómo no, con la grandiosa Espada del Inmortal, que junto a CHF es uno de mis enganches más fuertes y duraderos, así como más obsesivos.
Esta es una de esas historias que me han enamorado de tal manera que, aunque entre un capítulo y otro pase muchísmo tiempo, siguen fascinándome como al principio.

Este manga es el niño de mis ojos, uno de los que más me ha gustado, cautivado y enamorado de todos los que he leído. Así que espero que os guste la entrada y de paso, alguno se anime a leerlo.

Portada japonesa del primer tomo
(he de reconocer que la versión española me gusta más en este caso u.u)


Título: La Espada del Inmortal // Blade of the Inmortal
Título original: 無限の住人 (Mugen no Juunin, El Habitante de lo Infinito)
Autor: Hiroaki Samura
Género: Seinen, jidaimono
Publicación: 1994
Estado: Serie abierta, licenciada en España


Es un manga ambientado en el periodo Edo, de esas de samurais con katana en las que llueven oxtias como panes. Los protagonistas son Asano Rin, una simpática chica que ha perdido a sus padres y vaga en busca de venganza, y Manji, un rônin inmortal que busca reformarse de su sangriento pasado matando a mil maleantes y termina viajando con Rin en función de guardaespaldas.

Manji masmola mucho, no solo por tener el cuerpo lleno de kessenchu, unos gusanos que sanan todas sus heridas (a lo largo de la historia no hace más que repegarse miembros amputados y recolocarse en sus sitio las tripas u.u), si no porque además lleva todo un arsenal escondido entre la ropa.
Rin es la chica ñoña que quiere hacerse fuerte para poder vengarse del mundo y reparar su honor pero se pasa el tiempo lamentándose. Lucha con una especie de dardos llamados Insectos Dorados y cuya efectividad deja mucho que desear. A pesar de todo, la chica no me cae mal y tiene una escena, durante el asalto al castillo de Edo, en la que gana muchísimos puntos.


Hasta ahí todo bien. Nuestros chicos buscan al que parece ser el malo de la película, el tipo que se dedica a destruir dôjos y se ha cargado a los padres de la pobre Rin. Entonces, entra en escena Kagehisa Anotsu, el personaje fantabuloso del manga, y todo se va al traste.
Y es que no solo no es tan malo como lo pintan, si no que tiene un atractivo al que ni siquiera Rin puede resistirse. Kagehisa tiene el mundo en sus manos, la fuerza para dominarlo y una sola meta, unir todas las escuelas de esgrima bajo el ala del Itto-ryû, recuperando el verdadero arte de la guerra, donde el que sobrevive es el más fuerte.
Lucha con una pesada y nada convencional hacha que maneja con una fluidez impresionante (ainss esos biceps...) y le permite destrozar la defensa de cualquier oponente. No se anda con chiquitas a la hora de conseguir lo que quiere ni se deja amedrentar con facilidad.
Además, tiene un grupo maravilloso de guerreros que le apoyan, a su altura tanto en maestría con la espada como en misterio y atractivo. Y es que la mayoría de personajes molones del manga, como Makie Otonotachibana, Ozuhan, Doa o Taito Magatsu, forman parte del Itto-ryû.

Pero mi niño no lo tiene tan fácil como pueda parecer en un principio y es que su radical postura crea muchos enemigos, entre ellos, Kagimura Habaki, el verdadero malo maloso. Este hombre, que mola un huevaco (sí, ya sé que digo lo mismo de todos u.u) y es aún más cabezota que Kagehisa, está obsesionado con destruir a mi queridísimo Anotsu y toda la filosofía del Itto-ryû.
Para ello está dispuesto a utilizar todo el poder del bakufu e incluso salirse de la ley, reclutando asesinos (Hyakurin tiene su punto y Shira es un cabrón que me cae fatal pero también mola xD), realizando horribles experimentos, creando un sospechoso grupo de ninjas diabólicos,...
Al final, consiguen hacérselo pasar realmente mal a mis chicos y diezman considerablemente las filas del Itto-ryû, pero Kagehisa no se amilana fácilmente.
¿Y cuál es su respuesta a tal persecución? Un elaborado plan para mantener al grupo con vida... y de paso darles donde más les duele.
Y es que el Itto-ryu (con mi niño a la cabeza, por supuesto) derrocha poderío.


Sí, sé que me dejo muchos detalles importantes, muchos personajes maravillosos y he resumido el argumento con la punta del pie, pero, una vez más, he escrito lo que se me ha ocurrido.
Hace relativamente poco se estrenó el anime de la serie, aunque para disfrutarlo de verdad os recomiendo que leáis el manga, tiene personajes para todos los gustos y ningún desperdicio.

Esta entrada, que originalmente iba a tratar de Kagehisa y más Kagehisa, ha terminado abarcando (más o menos) toda la historia. Y es que me he visto incapaz de hablar de unos sin mencionar a otros.

Taito Magatsu siempre será el primo segundo de Kakashi. Doa, la espadachina molona que me inspiró a Natsuki. Makie, la pareja potencial de Hisi-chan. Shira, el psicópata oficial (¡ahora con brazo de repuesto! >.<). Habaki, el loco sádico y retorcido tan obsesionado con Kagehisa como yo. Y así podría pasarme, personaje a personaje, hasta que se me cayesen los dedos de escribir. Enganche, obsesión, locura, llamadlo como queráis. Yo soy feliz babeando con Hisi-chan y suspirando por el próximo tomo del Inmortal que caerá en mis manos.

13/10/09

Pompas de jabón


Somewhere over the rainbow
Skies are blue,
And the dreams that you dare to dream

Really do come true.


Someday I'll wish upon a star

And wake up where the clouds are far

Behind me.

Where troubles melt like lemon drops

Away above the chimney tops

That's where you'll find me.



A veces, una se sorprende pensando cosas extrañas. No las rarezas normales, si no algo que casi parece ajeno a su propia naturaleza. No cuadra con su forma de ser, de pensar,... de desear. Quizás, porque nunca se ha detenido a prestarle atención; quizás, porque ha hecho un esfuerzo tan grande por obviarlo, que ya no lo reconoce. Quizás, simplemente, porque nunca lo ha vivido así.

A veces, la culpa la tiene una conversación interesante, una sonrisa amable o una chupa de cuero. A veces, no es más que ensoñación.
Pero de vez en cuando, hay algo que salta, algo que hace clin, y todo cambia. Puede ser solo un instante o puede que nunca se apague ese algo especial. El caso es que la bombilla se enciende y el mundo se transforma, como si le hubiesen cambiado el color.

Y de pronto una se encuentra necesitando compartir. No compartir algo material, prestarle a un compañero un bolígrafo o a un amigo un hombro sobre el que llorar. No ese compartir. Quizás es un compartir más soñador... puede también que más egoísta.

A veces, una necesita encontrar a alguien con quien compartir. Compartirse a sí misma, compartir su mundo. Y a la vez, sentirse partícipe de otro mundo.
A veces, una se sorprende suspirando por una persona que complete su mundo, porque de pronto, esa pequeña burbuja autosuficiente que conformaba su existencia ha estallado. De pronto, su propio mundo no es suficiente.
Quiere más. Quiere poder encajar en otro mundo, sentirse necesitada de la misma forma en que ella necesita.

Y esto, es una putada.

Porque una se encuentra extraña a sí misma. Todo queda olvidado tras esa espumosa nube de ensoñación. Porque, después de todo, no será más que ensoñación.
Con el tiempo, la pompa de jabón estallará y una se encontrará igual que antes. O casi. Porque la burbuja que formaba su mundo también habrá estallado, dejándola expuesta, indefensa una vez más.

Lo sé.
Sé que voy a estar bien jodida de aquí a unos días. Porque la pompa de jabón siempre estalla. El sueño se acaba.

Pero de momento, una bruma suave, cálida, me aísla. Es mera fantasía, una agradable cortina de humo que barre con todo. Lo sé. Eso también lo sé. O al menos me lo imagino.
Pero se está bien en la pompa de jabón. Es hermoso mirar bajo esta luz.

Y no puedo evitarlo, deseo que no acabe. Deseo con todas mis fuerzas que llegue esa persona. La que consiga mantener ante mis ojos este frágil cristal que cambia el mundo. La que quiera hacerlo.

Tiemblo. Porque va a doler cuando termine, cuando la realidad recobre su forma.

Pero hasta entonces, soñaré con pompas de jabón.

10/10/09

Michelle


Él siempre había sido diferente. No solo su forma de vestir llamaba la atención, siempre con esos ajustados pantalones negros y el sombrero ligeramente ladeado, dándole ese toque de chico malo que tanto me gustaba. Sabías que tenía algo distinto, algo especial, desde el mismo instante en que le mirabas a la cara. Sus ojos brillaban desafiantes y desconfiados en todo momento, su gesto estaba congelado en una constante media sonrisa que le convertía en un verdadero enigma.
Pero, a pesar de todo, no era eso lo que me atraía de él. Al menos, no lo que conseguía volverme loca. Era su voz. Ese sonido suave y oscuro, que conseguía hacerte palpar cada palabra, que te envolvía e hipnotizaba. Eso era lo que realmente me había llevado a caer en sus redes. Sabía herir con sus labios más de lo que nunca lograría con los puños. Sabía como arrancarte lágrimas o suspiros sofocados.
Y, oh, ¡cómo utilizaba su magia! Era el único que conseguía hacer huir a Carlos. Ese pequeño monstruo, estúpido y orgulloso de serlo, siempre terminaba agachando la cabeza ante Erik.

Nunca había podido evitar que mi mirada se desviase hacia él cuando nos cruzábamos. Que mi respiración se detuviese al escucharle hablar. Que la sangre tronase en mis oídos cada vez que nos rozábamos. Sí, siempre había tenido claro que él era especial, que tenía algo diferente que atrapaba la mirada de cualquiera. Esa era su magia.

Lo que nunca habría podido imaginar era que él se fijase en mí. Ningún aura de misterio y sensualidad me envolvía. No era la más guapa ni la más lista, tampoco la más llamativa. Simplemente era yo misma. Y tal vez por eso, él me había visto.

Al principio no pensé que su interés fuese más allá de la mera curiosidad, al fin y al cabo yo era un bicho raro. Nunca me había molestado esa etiqueta hasta ese momento. Entonces deseé con toda mi alma poder ser otra cosa, alguien que llamase su atención por algo más que salirse del montón.
Y me enfadé. Me enfurecí conmigo misma por ser como era, con él por verme así, con el mundo por haberle colocado en mi camino.

Pasó el tiempo y asumí que éramos amigos. Empezó a ser suficiente. Susurraba en mi oído con confianza, me tocaba con cariño, me miraba con aprecio. ¿Qué más podía pedir un bicho raro que tan solo despertaba extrañeza?

Pero entonces llegaron los Beatles y todo volvió a complicarse. Michelle se convirtió en una pequeña obsesión para mí. Él, mi mejor amigo, mi confidente, lo sabía perfectamente. Y el día de mi cumpleaños, guitarra en mano, se presentó en mi casa. Yo no quería abrirle, no quería saber por qué estaba allí. Pero él siempre fue más tozudo que yo. Se coló en mi habitación, echó la llave a la puerta y lo hizo. Simplemente lo hizo.

Si la letra de la canción me había gustado en boca de Paul, entonada con la magia de su voz directamente me trastornó. Las notas vibraban en mi interior, mi sangre fluía al ritmo que marcaba su voz.
Me senté en el borde de mi cama, con la cabeza gacha, intentando desesperadamente ocultar el sonrojo, las lágrimas y el sofoco. Porque, oh, nadie puede imaginar lo mucho que yo deseaba llamarme Michelle en ese momento.

Cuando terminó, se quedó en silencio, mirándome expectante. ¿Me había gustado?
Pero en mis oídos todavía sentía su susurro, acariciándome como terciopelo. Permanecí inmóvil, disfrutando de esa sensación que posiblemente nuca volvería a mí. Y al fin él se acercó. Tomando mi rostro entre sus manos, me obligó a mirarle.
Con delicadeza recogió los gruesos lagrimones que surcaban mi rostro y como si no se diese cuenta, se los llevó a los labios. Lamió la sal de mi llanto sin dejar de mirarme en ningún momento. Me sonrojé aún más, deseando ser algo más que una amiga, algo más que un bicho raro.

—¿Tan mal lo he hecho? —interrogó con suavidad.

Cerré los ojos, agotada de pronto. Su olor, esa mezcla de especias y tierra mojada, me confundía demasiado como para fiarme de mis palabras. Sacudí la cabeza, deshaciéndome del abrazo de sus manos.

—¿Qué te pasa, cielo?

—No —gemí—. No me llames así. Yo no soy Michelle.

Tardó un segundo en comprender. Fue suficiente para que yo quisiera desaparecer. Lo había estropeado todo, ya no habría más susurros cariñosos, se habían terminado los toques confiados.

—Oh... tonta —sonrió, retirándome el pelo de la cara y obligándome a mirarle de nuevo—. ¿Todavía no te has dado cuenta de que eres mi Michelle?

Ante mi mirada atónita, me besó. Y yo le besé. Y ya no pudimos separarnos.


·····································


Nunca habría podido imaginar que él me vería, pero el hecho de que quisiese estar conmigo seguía pareciéndome un maravilloso sueño.

Un firme abrazo rodeó mi cintura y yo me arrebujé contra el pecho de Erik. Mi Erik.

—Hola, Michelle —susurró en mi oído.

Me sonrojé bajo el influjo de aquella palabra llena de implicaciones, de dulzura y sensualidad. Cada vez que me llamaba así, su voz me acariciaba con un toque tan íntimo, que bastaba para estremecerme y hacerme jadear.
Sus labios se deslizaron por mi cuello, mordisqueando juguetonamente mi piel. Lancé las manos hacia atrás, buscando su cuerpo para estrecharle contra mí. Su calidez y su aroma me envolvían, el mundo había desaparecido de mi percepción. Y es que, cuando estábamos juntos, no necesitaba nada más, no quería nada más.

—¿Qué pasa, maricona? —gruñó una voz a nuestro lado. A un lado que no debería de existir—. ¿Desde cuando los tipos como tú meten mano a alguna desgraciada?

Negándome a abandonar mi suave nube de ensueño, entreabrí los ojos para encontrarme cara a cara con Carlos.

—Siempre dije que la monstruita era una tía muy rara, pero nunca pensé que le fuesen esas cosas —rió, acompañado por sus amigos.

Noté a Erik tensarse. Sus brazos me apretaron contra su pecho en ademán protector, pero no dijo nada. ¿Dónde estaba esa réplica que yo tanto admiraba? ¿Cuál era el problema?
Y entonces me di cuenta de que yo era el problema.
Había oído a muchas chicas criticar a Erik por la forma en que le seguía el juego a Carlos y le plantaba cara. A ninguna le gustaría que su novio dijese esas cosas. El tipo con el que estuviesen tenía que ser el más macho del grupo.
Yo nunca había compartido, ni entendido, esa forma de ver las cosas. Sabía que a Erik no le gustaban los chicos. Y aunque así hubiera sido, tampoco me habría importado. A mí me gustaba así. Y si encima yo le gustaba a él, ¿cuál era el problema?
Pero el no podía saberlo. Tal vez, conociéndome como me conocía, debería haber podido imaginárselo. Pero no lo sabía.
Quizás esa era la razón de su vacilación. No querer... ¿qué? ¿Decepcionarme? ¿Dejar de volverme loca? Tonterías. Al fin y al cabo yo era un bicho raro. ¿Por qué esperar que reaccionase como el resto del mundo?
Así que, con un aplomo que no sentía, fui yo la que le plantó cara a Carlos. Y si dije lo que dije fue solo por él. Para que Erik lo escuchase de mis labios y nunca, por ninguna razón, tuviese que volver a detener el hechizo de sus palabras. Porque sabía que él estaba conmigo y que terminase como terminase la cosa, no me iba a soltar, me iba a proteger.

—¿Estás celoso, Carlos? Si me lo pides por favor seré buena y te dejaré tener un ratito a Erik... Pero solo si me dejáis mirar.

—¿Qué coño...?

—Ya la has oído grandullón, si te portas bien, te daré un besito —intervino Erik, reaccionando por fín.

Estrechándome contra él, me arrastró lejos de allí. Carlos no dijo nada. Supongo que la vergüenza de haber enrojecido ante sus amigos fue peor que cualquier cosa que nosotros pudiésemos hacer. No nos sentíamos mejor ni más fuertes, sencillamente podíamos volver a besarnos con tranquilidad. Porque eso fue lo que hicimos.

Al fin y al cabo yo era suya, pero él también era mío. Era el único que podía llamarme Michelle.








___________________________________

Para entender bien este relatillo, es necesario conocer la canción Michelle, de los Beatles.



Hace poco tuve una época en que me dio muy fuerte con esta canción y noo podía parar de soñar con algún chico que me la cantase al oido... Ufff.... Sofocos me entran solo de pensarlo :$
Si es que en el fondo soy una romanticona repelente que supura azúcar por todos los poros de su piel... Tsk... Pero no se lo digáis a nadie ^^

El caso es que hace poco tuve una malsana conversación con Sarah que me llevó a revivir estos recuerdos y ya se sabe, que estas cosas afloren no es nada bueno. Sin embargo, creo que por Susi me veré obligada a añadir que NADA DE ESTO SUCEDIÓ, NI DE LEJOS NI DE CERCA, EN LA REALIDAD, TODO ES PURA INVENCIÓN.

Todos los relatos tienen pinceladas de algo que he vivido o experimentado, si no creo que quedarían demasiado... etéreos. Esa no es la palabra adecuada, pero en este momento no sé explicarme mejor. Personalmente creo que para escribir algo, aunque sea la más absurda fantasía inimaginable, hay que poder conectarla con la realidad de alguna manera. Si no nunca abandonará por completo la mente del autor y será... eso, una idea.


Por último, dedico este relato, lleno de significado, (la literatura no es casual... y si lo es, ¡ahora mismo me suicido como Melibea! que diría Ramón) a Sarah. Tan solo podía ser para tí, que para eso eres la culpable de todos mis males. Hay que ver cómo te quiero y cómo me complicas la vida, jodía.
(Sí, te quiero, ¿te he dicho ya que te quiero?)

Y esta vez también toca dedicarselo a Mew y a Reika.
Porque sí, Mew, aunque parezca antinatural yo también sé escribir tierrrnasss historias de amor. Y Reika, simplemente fue la primera con la que discutí con yaoi y relaciones homosexuales en mitad de un rol. La conversación con Carlos me producía cierto deja vù al escribirla... cofcof.... Cosas que le pasan a cuando se queda despierta hasta las seis... supongo.

En resumen, esta historia es una gran paranoia, fruto de recuerdos que afloran y sueños frustrados. Por favor, no le déis muchas vueltas y disfrutad de la canción, que si bien no es de las mejores, a mí me ha transtornado bastante durante mucho tiempo.


Michelle

Michelle, ma belle.
These are words that go together well,
My Michelle.

Michelle, ma belle.
Sont les mots qui vont tres bien ensemble,
Tres bien ensemble.

I love you, I love you, I love you.
That's all I want to say.
Until I find a way
I will say the only words I know that
You'll understand.

I need you, I need you, I need you.
I need to make you see,
Oh, what you mean to me.
Until I do I'm hoping you will
Know what I mean.

I love you.

I want you, I want you, I want you.
I think you know by now
I'll get to you somehow.
Until I do I'm telling you so
You'll understand.

I will say the only words I know that
You'll understand, my Michelle.


5/10/09

Work in Progress...


Esta es Erza Scarlett. Erzita para los amigos. Titania para los enemigos. Maga de Fairy Tail. Personaje fuerte y contundente donde los haya.
Ya hablé de ella hace unos cuantos posts, pero la presento por si todavía hay alguien que no la conoce.

Los que sepan japonés leerán la frase molona que le he plantado a la chica. Los que no... bueno, está diciendo "Yo soy Niwa" x3

Y es que, tonterías a parte, mi cosplay ya está prácticamente terminado. Bueno, técnicamente está terminado. Sin embargo, como en ese sentido he resultado ser un tanto perfeccionista, todavía tengo que cambiarle el color a un par de piezas.
Ahí está la prueba de que no miento:



¿A que mola? Pues me ha costado lágrimas, sudor y sangre conseguir algo que parezca una armadura. Está toda hecha en goma EVA, o foam o como demonios queráis llamar a ese pseudocaucho blandito que tanto se usa en cosplay. Casi muero al hacer la pieza del pecho, que tenía que tener forma y además está endurecida, para que dé estructura al resto de la armadura y no se deshaga. Y lo mejor es que todo va sujeto con cordones y encuadernadores. Como para ponerme a oxtiar malos.

Tengo la peluca guardada a buen recaudo, a ver si consigo que llegue con un aspecto más o menos decente a Barcelona. Y como en este momento mi pelo está prácticamente rojo, me ha parecido innecesario sacarla del cajón. El único fallo ha sido no esconderme las rastillas u.u
La espada es de Susi, a quien se la quité descaradamente en mi última visita. Prometo devolverla algún día.


Y para los que os lo estéis preguntando... Sí, pienso llevar la armadura a Barcelona. También sé que las piezas tienen muchas posibilidades de estropearse, que el pecho tiene una muerte prácticamente asegurada y que yo me recoceré y me acordaré de la madre del que me animó a disfrazarme de Erza después de un día entero ahí metida.
De momento parece que puedo respirar sin muchos problemas y ando sin dar mucha pena. Por las piezas ya me preocuparé cuando haya que embalarlas.

En este momento, estoy encantada con mi armadura de caucho y mi espada de pirata.
Porque yo lo valgo.


PD: La imagen del principio, que mola mucho, es obra original de Cantilux. Yo simplemente la he pasado por el Photoshop y le he añadido el texto (qué feliz soy con mi fotochó recién resucitado ^^)

3/10/09

I Japan Weekend Madrid [EDIT]

Por fin puedo actualizar con el resumen de este evento, que entre el secuestro de las fotos por parte de Mew y el súbito coma en que se sumió mi ordenador parecía que nunca iba a llegar. Los que estuvierais allí, espero que lo disfrutaseis tanto como yo ^^


Los días 26 y 27 la gente ha llenado el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo, el mismo en que suele tener lugar el Expocómic.
Había un montón de talleres interesantes (origami, japonés,...), videojuegos molones (Soul Calibur IV, Naruto Ultimate Ninja 3,...), concursos fantabulosos que ya se han convertido en clásicos de estos eventos (karaoke, cosplay, softcombat, frikitest,...), presentaciones, charlas, actividades, invitados waxis,... En fin, una cosa maravillosa.

El caso es que el sábado, Mew y yo nos plantamos en Alto de Extremadura para unirnos a la larguísima cola de gente que esperaba para entrar. Nada más llegar nos encontramos con Jose, que pasó de largo ante nuestra clarísima invisibilidad (caca,caca >.<) y una vez dentro, con Reika y sus amigos y un par de compañeras de mi nueva clase (woo, ambiente friki!!). Yo estaba feliz, con la sensación de conocer a todo el mundo y poder saltar y trotar libremente. La verdad es que tenía muchísimas ganas de ir a algún saloncete, desde mayo no había pisado ningún evento y arrastraba bastante mono. El fallo fue no ir disfrazada. Aunque pueda parecer mentira o extraño (estoy segura de que también lo entenderán muchos... o alguno al menos) lo de hacer un cosplay y luego lucirlo, que la gente me pida fotos y me llamen por el nombre del personaje que soy, me ha enganchado muchísimo. Soy una adicta al cosplay. De todas formas pude babear a gusto con los cosplays de los demás, que parecían haberse puesto de acuerdo para hacerme faliz. Me encontré a dos chicas disfrazadas de Samurai Champloo que me encantaron. Incluso participaron en el conscurso de cosplay y... ¡hicieron guarrerias sobre el escenario! Sisi, los amigos de Reika debieron flipar un poquito cuando me abalancé sobre la masa de gente que me separaba del escenario y me impedía ver nada, ¡pero es que Mugen y Fuu se estaban dando el lote! ¡¡Mugen y Fuu!! x3

Os quiero n.n


También encontré a un montón de personajes de One Piece fantabulosos. Vi a tres Zoros distintios, pero sin ninguna duda este es el que más me gustó (uno de ellos llevaba una bufanda verdosa como fajín >.<). Luego me encontré a Mihawk, que simplemente me anmoró. Es cosplay molaba y la espada era IM-PRESIONANTE, pero es que además el tipo me encantó ^^ Cuando le pedí una foto me guiñó el ojo y claro, una que es débil, empezó a babear inmediatamente. Luego volví a encontrármelo con Sanji y Nami, así que de nuevo salté sobre él. Oissh que espada más grande xD También estaba por ahí el Chopper que me encontré en Alcorcón, pero a él no llegué a atacarle. Una pena, así podría haberme montado una tripulación pirata yo solita.




Nada más entrar me agencié el DVD de Noir que daban con la entrada anticrisis ^w^ Vagamos eufóricas y atacamos a cuanto cosplayer se nos acercó hasta que dejamos de sentir los pies.
Yo tenía muchísimas ganas de ver el concurso de cosplay, pero el de karaoke duró hasta que nos fuimos a comer. Lo mejor, sin duda, fue al terminar el concurso. Pusieron los openings de Pokemon y Digimon (ainss que época) y todo el mundo cantó a grito pelado. Incluso Mew xD

Dimos muchas, muchas vueltas y aunque me había prometido no comprar nada (por eso de que BCN está a la vuelta de la esquina y yo estoy pelada), terminó cayendo una mini Going Merry, una camiseta molona de V de Vendetta y una figurita de Mustang. El vicio es el vicio y un día entero de tentación es difícil de resistir u.u

Después de comernos unos bocadillos volvimos al pabellón... para volver a salir inmediatamente. Nos fuimos a tomar un café que terminó siendo una coca cola con Reika y sus amigos. Fue curioso, la verdad, porque pasamos prácticamente toda la tarde juntos, pero no llegamos a presentarnos. En serio, todavía no sé cómo se llamaban.
A parte de nosotras y Reika vino otra chica disfrazada de Chrno Crusade, que se quedó simplemente como "la monja". Uno de los chicos iba disfrazado de Marluxia, del KH, y aunque la peluca rosa pasó casi todo el tiempo en un bolsillo, es el nombre que le asocio. Además, había otros dos chicos, uno con camiseta de Mägo de Oz y otro con unas manos enormes. Pero grandes de verdad.
A ver si consigo localizales u.u"


Cuando Mew y yo volvimos a quedarnos solas dimos un paar de vueltas más, el vistazo final, antes de irnos. Y entonces me encontré con Logan. Fue otro flechazo más. El chico estaba a la entrada del pabellón, haciéndose fotos con todo el que le asaltaba (que no eran pocos) y yo me quedé como una idiota ante él, esperando para poder saltarle encima. Cuando por fin me decidí, el tipo, muy majo él, se rió y me dejó ponerme entre Batman y él.
Ainss eso si que es hacer sentirse protegida a una chica.


Fue un día estupendo y como en todos los eventos, me lo pasé genial. Ahora espero con ansia a que termine octubre para poder encaminarme a Barcelona. Aunque primero tendré que darle el último retoque a mi armadura ^^


[EDIT]

Sip, una vez más, edito una de las entradas saloneras para añadir alguna frikadica de última hora. Esta vez toca un video waxi. Creo que este fue uno de los mejores momentos del día ^w^



Lo mejor es ver cómo va apareciendo un espontáneo tras otro... y cómo se escucha más al resto del salón que a los del micro LOL