28/5/08

Muñeca de Trapo (parte III) [EDIT]

Le dolía todo el cuerpo, y cada vez que una de las botas impactaba en uno de los muchos golpes sin curar, sentía que se rompería en pedazos. Creyó notar cómo se le rompían todos los huesos, pero resistían y a la siguiente sacudida volvían a crujir. Estaba muy asustada, él nunca se había puesto así, solía tener cuidado para que no fuera tan obvio lo que pasaba, pero en ese momento había enloquecido. Notó aumentar la fuerza de los golpes y supo que no lo soportaría, estaba demasiado agotada, demasiado magullada y no tenía ganas de aguantar. Aquella firme certeza fue como una cura milagrosa, ya no le importaba estar notando como su cuerpo se rompía pedazo a pedazo y su alma se retorcía de desesperación y sufrimiento. Se iba a acabar, nunca más tendría que aguantarlo, volvería a aquel maravilloso estado de paz que le habían arrebatado en urgencias. Porque no tenía nada y tan solo deseaba la muerte, por todo el sufrimiento, el dolor, el sacrificio, los golpes, las vejaciones,... Todo ello llevaba a la muerte. Si, por fin sus súplicas serían atendidas. Iba a morir. Cuando sintió que su mente abandonaba no se resistió, cerró los ojos y se dejó llevar a un sueño que esperaba fuera eterno...



Despertó completamente dolorida en el mismo sitio en el que había caído durante la paliza. Intentó levantarse, pero el cuerpo no le respondía. Veía borroso, tenía ganas de vomitar y estaba muy mareada. Pero no fue eso, ni tampoco el horrible vacío que sentía en el pecho al pensar que el causante de todo aquello era también la persona a la que más quería en el mundo. Por que de alguna forma, estaban irremediablemente unidos y ella no podía hacer nada por evitarlo. No, no fue nada de eso lo que provocó que las lágrimas volvieran a surcar su rostro. El causante de su pena era el hecho de estar viva, de ser lo suficientemente fuerte como para aguantar todo lo que la echasen encima. Porque ella tan sólo quería darse por vencida. ¿Acaso tendría él razón? ¿Sería tan inútil como para no hacer ni tan siquiera eso por ella misma? Si, seguramente. Por mucho que lo intentaba no era capaz, su mente se resistía a abandonar su cuerpo aunque su corazón hubiese dejado de latir hacía mucho. Se paró en el mismo momento en el que cumplía diez años, en el segundo en el que él puso por primera vez una de sus terribles manos sobre ella. Entonces debió haber muerto, pero no fue capaz y se condenó a si misma. En el fondo se merecía todo aquello por ser tan débil y por no destruir lo que ocultaba en el fondo de su corazón y la impedía rendirse.

Un mísero recuerdo, casi borrado por el tiempo, se aferraba con desesperación a la vida y obligaba a su cuerpo a hacer lo mismo. Una sonrisa que nunca más volvería a ver y el sonido de una voz, la resucitaban una y otra vez. Una sonrisa alegre, llena de cariño y ternura, cálida y acogedora como sólo podía ser la sonrisa de una madre. Una imagen que era incapaz de ver y que como el recuerdo de un sueño escapaba de su mente. Y la voz más dulce y cariñosa que pudiese imaginar, cargada de fuerza y ganas de vivir, que como una letanía repetía una y otra vez la misma orden. Vive. Dos recuerdos unidos en algo frágil como una pompa de jabón y a la vez resistente como la más firme roca. Algo vital y necesario de lo que deseaba desprenderse para poder abandonar este mundo, pero demasiado querido como para ser capaz de hacerlo.

La luz entraba a raudales por la ventana y se dio cuenta de que debía ser muy tarde, en cualquier momento él aparecería por la puerta de nuevo. Con un inmenso esfuerzo se incorporó, pero fue demasiado para su maltrecho cuerpo y tras vomitar todo lo que tenía en el estómago, volvió a perder la conciencia.




El insistente sonido de los golpes sobre la puerta, logró despertarla. Estaba tirada en el suelo de su habitación, el vómito se le pegaba al pelo y a la ropa, ya pringosa de sangre. Intentó incorporarse, pero su cuerpo ya no le obedecía, ya no podía obedecerla. Hasta el más leve parpadeo le suponía un gran esfuerzo y respirar era una agonía. Con cada inspiración sentía que el pecho se le desgarraba y se le empañaban los ojos de dolor, pero no era capaz de llorar, no tenía fuerza.


El sonido de los golpes en la puerta era atronador, retumbaba por toda la casa y se le clavaba en el cerebro como cuchillos al fuego. Tan solo quería que parasen, quería dormir unos segundos más, aprovechar que él se había ido para descansar y prepararse para la siguiente tortura. Y como por arte de magia el ruido se detuvo, tocaron el timbre un par de veces y escuchó el sonido del ascensor.

El silencio era agradable, su cuerpo parecía ir apagándose lentamente, como si tan solo hubiera salido del letargo a causa del ruido. Y ella se dejó llevar, le apetecía cerrar los ojos y sumergirse en ese agradable pozo de oscuridad que amortiguaba sus sentidos y lograba hacerla olvidar el dolor. Quería volver a ese extraño sueño en el que veía su cuerpo desde fuera, como si fuera algo ajeno a ella, como si su vida no fuera más que el recuerdo de una pesadilla y la realidad consistiera en aquel agradable entumecimiento.

Sus párpados cayeron lentamente y lo último que pudo ver fue el pequeño pedazo de cielo nocturno que se colaba por su ventana. Después tan solo oscuridad y la ligereza del espíritu mientras su cuerpo se alejaba y empequeñecía. Se dejo llevar, como una nube arrastrada por el viento, por fin era libre, por fin había terminado todo. Ya no importaba la sangre en el suelo, los huesos rotos ni las magulladuras. Ya no importaba nada lo que él hubiera hecho, iba a volver a ver a su madre. Y sonrió, una sonrisa que le llenó el corazón por primera vez en mucho tiempo.

Una sonrisa que se reflejó en su rostro inerte, cubierto de sangre, creando una imagen grotesca.






>>Y hasta aquí el primer capítulo. Este relato está muy abandonado, pero en realidad no llego a dejarlo en ningún momento, le tengo demasiado cariño a Laura. Es un personaje que me parece muy tierno y después de todo el sufrimiento que le estoy haciendo pasar se merece como mínimo un capítulo exsclusivamente centrado en ella y su corazoncito. Espero que no os decepcione.

bExotesss!

-EDIT-
[Al final este relato termina aqui, me he dado cuenta de que al intentar alargarlo más tan solo conseguiré estropearlo. A mi me encanta cuando lo leo y no quiero perder eso. Lamento haberos dado falsas esperanzas.]

21/5/08

Posguerra



Cecilia miraba a la pequeña criatura, anhelante. Hacía mucho que había llorado por última vez, se pasaba los días inmóvil, durmiendo entre los pliegues de la andrajosa manta.
El débil movimiento de su pecho y un estremecimiento casi imperceptible de vez en cuando eran la única señal de que el niño seguía luchando. Y también eran lo único que lograba mantenerla con vida en aquel momento.

El pequeño tembló y ella se apresuró a apartar la tela que le cubría. Apretó los labios y se obligó a no pensar cuando vio el improvisado pañal manchado por ese horrible moco ensangrentado. Había visto a hombres mucho más fuertes y mejor alimentados que el bebé, morir por culpa del tifus.
«Si consiguiera algo para comer tendría más leche». Pensó, con un nudo en la garganta.
Sabía que era inútil seguir dándole vueltas a aquello, el niño apenas era capaz de respirar, no podría tragar nada. Y aunque no fuera así, estaban en Madrid, no había nada que llevarse a la boca más que sangre y piedras. Incluso aunque lo hubiera habido, no estaba segura de que se hubiese atrevido a salir a buscarlo. El día en que su hermana y ella se habían refugiado allí con muchos otros desconocidos parecía muy lejano. Entonces, el Cuartel de Monteleón parecía un sitio seguro, el lugar perfecto para esconderse de los franceses. Había llegado a escuchar que varios oficiales les acompañarían para protegerlos, el teniente Ruiz, decían, incluso había oído los nombres de Daoíz y Velarde. Pero con el paso del tiempo cambió de idea. Si un día se había escondido de los invasores franceses, ahora lo hacía de sus propios conocidos. Los que en su día habían sido guerrilleros que luchaban por la libertad y por España, habían quedado reducidos a seres desesperados y muertos de hambre.

-Si tu papá estuviera aquí todo sería más fácil –le confió al bebé con la voz rota.

Pero estaba ella sola. La guerra se había llevado su hogar, a su marido, a su hermana, a sus padres. Tan solo le quedaba aquella criaturita que una vez más se debatía entre la vida y la muerte.
Había tenido un parto difícil y tan solo gracias a un milagro pudieron sobrevivir madre e hijo. Después, su hermana había enfermado de tifus y todo se había precipitado. Cuando se quiso dar cuenta, su hermana agonizaba y su niño se veía obligado a librar una nueva batalla. La guerra, que ya se le había robado prácticamente todo, también reclamaba a su hijo.
«No, la guerra no». Se dijo. «La guerra ha terminado y hemos sobrevivido, pero la paz logrará matarnos».
Los franceses se habían ido, Napoleón se había cansado de todos esos españoles tan problemáticos. Era el turno de la paz. Pero aquella paz no era coma la que habían tenido antes ni como le contaban de niña que debía ser. Esa paz estaba desangrando al pueblo de una forma que ninguna guerra habría logrado. Antes, al menos podían comer de lo que les quitaban a los franceses y los hombres tenían la mente tan ocupada por sus ideales, que de alguna forma se inmunizaban del horror que les rodeaba.

Tomó una de las manitas del niño entre las suyas y se esforzó en alejar esos pensamientos de su cabeza. Él aún estaba vivo, todo lo demás daba igual.
Una vez más lo cogió en brazos con delicadeza y se lo acercó al pecho, en un intento desesperado por que recobrara fuerzas. Pero el bebé ni tan siquiera hizo intención de moverse. La fiebre había desaparecido, tenía los piececitos helados y la naricilla cubierta por una capa de moco seco.
Y así, arropándolo con la calidez de su cuerpo, Cecilia sintió cómo su pequeño abandonaba la batalla.


El mundo se detuvo con la última espiración del niño. Ella no lloró, no gritó. Se limitó a estrechar a su hijo, rogando que la paz fuera piadosa y se la llevara a ella también, mientras susurraba, en una letanía interminable, el nombre que no había llegado a ponerle.

-David, David, David,...





>>Me ha costado subirlo, pero por fin, aqui está. El famoso relato que le gusta a todo el mundo menos a mi u.u Mi madre lo ha distrubuido por el trabajo y mi tia por el suyo, mis compañeras dicen que les encanta, ha ganado el premio del colegio... ¿Y por que a mi no termina de parecerme bueno? Seran cosas mías, haber que le parece al resto del mundo x3 Espero algun comentario (uno pequeñito al menos T.T) para ver si yo soy una paranoica o es que mis chicas me quieren mucho.

bExotess!


13/5/08

Expomanga 2008



Al final lo consegui y el domingo pasado engañe a Helen para que me acompañara al Expomanga. ¿Que es un mierda comparado con el de Barcelona? Vale, ya lo sé, pero hay que arreglarse con lo que se tiene. Y si casi no pude ni bajar a Madrid (a mi madre no le daba la gana y encima perdi el autobus u.u) no pisare Barcelona ni en sueños.

Habia gente por todas partes y aunque parecia que no iba a haber oxigeno suficiente, como yo estaba emocionadisima y apenas respiraba, al final llego para todos.





Mucha gente iba disfrazada y aunque la mayoria se habian cosplayado de Bleach o Death Note, vimos mucha variedad x3 Tambien abundaban los Sephiroths (FF), los Eduards Elric (FMA), los Hagis (Blood+) y hasta vimos un Mario Bross dando vueltas por ahi.

Tambien hay que tener en cuenta que algonos cosplays estaban muy currados y se veía que les habían echado horas...




Otros parecian que cuando al levantarse se les habia ocurrido Voy a disfrazarme! y se habian apañado con lo primero que habían pillado. Eso hacia un poco dificil distinquir a los que iban de L (algunos estaban genial e iban con una cadena y todo *w*) de los que simplemente llevaban un vaquero y una camiseta blanca.
Y encima una Misa se me acoplo a la foto >.<>
Y ya que estaba alli yo no iba a desaprovechar la inigualable oportunidad de gastarme los ahorros de una vida en coxitas bonitas y aunque no encontre ni un peluche ni un muñecajo decentes de L, arrample con todo lo demas.
Un peluche mosnisimo de Renji, al que creo que no le gusta mi constante acoso, porque me mira muy mal, aunque tambien me planteo que tenga algo contra el mundo porque tambien lanza miradas asesinas a Guiri, mi alce finlandes.

Una estupendastica figura de Axel, que como traia los pies retorcidos y no tiene plataforma no hace mas que suicidarse desde la estanteria y ademas estuvo a punto de quedarse manco nada mas salir de la caja. Estoy aprovechando para babear todo el dia con el porque la bruja Mari no le augura una vida muy larga T^T


Una figuirita de Hitsugaya que me parecio mosnisima, aunque puesto en la estanteria parece que me este haciendo un gesto feo. Por que me odian todos TT^TT?


Y por ultimo el magnifico telar de FF Advent Children con Cloud y Sephiroth que quedo torcido por culpa de mi hermano, que se empeño en colgarlo y clavar las chinchetas con un zapato u.u asi que me descuartizo un poco la pared y doy gracias a que al menos este entero. Ademas tuve crisis con mi madre, que como las paredes estaban, y remarco ESTABAN impolutas y recien pintadas casi me mata cuando vio el telar allí plantado.

Luego estuvimos viendo el Frikitest y las peleas con las espadas de gomaespuma y cantamos muy felices (yo mas que Helen xD) las canciones del karaoke desde lejos, porque era imposible acercarse, una impenetrable barrera humana nos impedia ver el fondo del salon (y no estoy extremando, que no pudimos pasar hacia la sala de proyecciones hasta por la tarde que se despejo un poco u.u")
Y aunque yo hubiera podido pasarme todo el fin de semana alli metida y dando vueltas, hubo un momento en que el monedero sangraba, igual que nuestros pies, y termine accediendo a salir de alli. Un domingo corto pero intenso x3
....y el año que viene mas y mejor porque iremos disfrazadas y vendra mas gente bwahaha! (Hay que ver como engaño a la gente para que se pasen al lado oscuro u.u)
bExotess!

6/5/08

Como la Vida misma. capitulo V (parte II)

V. Asiento (2º parte)

-¿Y cómo lo digo? –lo digo con vocecilla insinuante, aunque creo que ha llegado el momento de averiguar mi nivel de patetismo

-Creo que antes me merezco una respuesta yo

-Ah ya, el asunto de tu nombre y tu apodo y todo ese lío estúpido que carece de importancia...

-Ese mismo, es que siento mucha curiosidad... ya que Cassy o Bollito, como tu dices, cree que nos has calado muy bien... me gustaría saber qué imagen doy

La de una bomba sexual con unos ojazos que son un billete seguro al cielo. ¿Sería una buena respuesta verdad? Pues a ver quién es la valiente que se lo dice. Yo no, desde luego, por algo me paso la vida metida en mi mundo, y es que solo suelto todas estas cosas estupendas e ingeniosas que se me ocurren cuando no debo. Y en momentos como este, se quedan conmigo.

-Pareces simpático –Soy imbécil. ¿Dónde ha quedado la bomba sexual? Reducida a simpático...es...es un insulto...es lo que se le dice a un tío cuando quieres dejarle, no cuando quieres liarte con él-. Y tienes buen aspecto –vale, en la próxima parada me bajo y me tiro debajo del tren. ¿Buen aspecto? Eso se lo digo al perro de Lara, joder.

-Es una buena imagen si, ahora ya puedo ir a visitar a mi abuela con tranquilidad... ¿así que ese es mi apodo? ¿Pedro es Machoman y yo soy Simpaticón?

No se si me odia o le parezco imbécil, pero desde luego en cuanto deje de mirarme me va a dar un ataque. ¿Desde cuando soy tan estúpida? Llevo soñando con este momento desde el año pasado y todo lo que se me ocurre decirle es que tiene buen aspecto. ¿Y mi mente privilegiada? Tengo que arreglar esto como sea, que por lo menos no me vea como una chiflada.

-Si, son buenas cualidades... –Menuda forma tengo de arreglarlo-. Pero Simpaticón no te pega, para mí eres... Eres Ojazos –me lanzo- pero me parece que tus ojos no son lo más impresionante de ti... –Me quedo mirándole a los ojos y lentamente recorro su rostro con la mirada hasta llegar a sus labios. Sin poder evitarlo, sonrío ante el abanico de posibilidades que me ofrece mi mente sucia y retorcida.

Esto es lo que yo llamo trastorno de personalidad múltiple. Paso de tratarle como si fuera su abuela a insinuarme al estilo Luna, ahora si que estoy para que me encierren. Me muerdo el labio inconscientemente, es una manía muy mala que tengo, y que me hace pegar un bote, no esperaba que todavía doliera así.

-No te toques -susurra acariciándome la herida con suavidad- si se te inflama tal vez no quieras dar un beso en condiciones durante una temporada y sería una verdadera pena.

Dios, ahora si que hiperventilo, y encima estoy colorada como un tomate. A ver, aclarar una cosa, aunque no lo parezca, no es el primer chico que se me acerca, tengo una vida social algo reducida pero no tanto y tampoco practico para monja de clausura. Pero es que... es que él es distinto, nada más tenerle cerca me pone nerviosa y quiero echarme encima suyo como si fuera una cría, todas las células de mi cuerpo se revolucionan y mis hormonas se ponen a bailar una jota en mi interior, pidiendo marcha.

Así que escuchar lo que a mi me parece una clara insinuación me deja un poco ida y me hace aún más difícil no echarme encima suyo, si se puede aún más, claro. Ahora me rodea con los dos brazos y me tiene bien pegadita a él ¿es que se cree que quiero escaparme? Acerca su rostro a mi cuello y ahí ya si que pierdo el control. Ya no soy responsable de mis palabras, la culpa de todo la tiene él por estar tan bueno.

-Oh, no te preocupes, ¿no sabes que una chica siempre está preparada para ciertas cosas? El problema es a quién hay que dar el beso... mis labios son muy sensibles y ahora están más delicados que nunca...

-¿Qué me dirías de un chico simpático y de buen aspecto?

-Es tentador, pero yo busco algo más que la abuela –sonrío, recordando su comentario

-Vaya, eso es poner el listón muy alto ¿eh? ¿Y qué me dirías si además de esas dos increíbles cualidades es un chico con unos ojos magníficos?

-¿Ojos? Tentador, tentador... –me muerdo el labio con cuidado y él sonríe al ver mi gesto- ¿y no tiene nada más increíble? ¿ninguna cualidad asombrosa?
Porque si me dijeras que es capaz de salvarme de morir aplastada por Sudoroso... Bueno entonces te pediría su número de teléfono y también te pediría que le dieses el mío

-Lo de Sudoroso es una misión complicada sí, pero nada es imposible ¿no?

-Entonces apunta mi número y cuando al Chico Maravillas le apetezca quedar, que me llame





>>Bueno, al final han disminuido el numero de entradas y como me he liado un poco había eliminado una de más y faltaba un capitulo... Bueno, que he terminado pueblicando doble, esta es la parte que quería poner hoy en realidad, aunque un par de frases están en el post anterior. De verdad que siento este lío, pero así es más sencillo y al menos los capitulos no se parten entre 4 posts y me encajan con lo que voy escribiendo u.u
Si hay algun problema a tirar comentarios y posts xDD

bExotesss!

Como la Vida misma. capitulo V (parte I)

V. Asiento

Me meto en el metro sin volverme ni una sola vez, pero antes de picar me paro a mirarme el labio. Se me ha hinchado de verdad y tengo una buena herida en el lado derecho, por lo menos no me ha dejado toda la dentadura marcada y ya no sangra. Mira que hay que ser bestia para romperme el labio de un mordisco. Me arreglo un poco el pelo, que parece que me ha pasado un tornado por encima y... ¡Horror! Veo entrar a Javier, que también me ve y sonríe con tranquilidad.
Me voy casi corriendo hacia la vía y apenas tengo que esperar unos segundos, que aprovecho para sacar los cascos, antes de que llegue el metro. Me subo más tranquila y casi pego un salto cuando le veo. ¿Pero cómo le ha dado tiempo a adelantarme y entrar antes que yo? ¿Es que se ha creído superman o qué?

Él ni se percata de mi presencia y se sienta en el único asiento vacío que queda. Vale, ahora me mantengo alejada de él a pesar de ir enlatada y todo arreglado, mañana no se acordará y yo volveré a vivir en mi fantástico mundo de la piruleta...
Una señora me empuja al entrar y me manda directamente hacia él. ¡¿Es que todo el mundo está hoy en mi contra o qué?! Tropiezo con mis propios pies y me desplomo encima suyo. Me quedo retorcida sobre sus rodillas, se me engancha la mochila y tiene que agarrarme para evitar que me desnuque. Estamos muy pegados, demasiado juntitos diría yo, así casi ni puedo controlar mis acciones. ¿Pero qué queréis? Soy humana y tengo el brazo del tío más buenorro del mundo rodeándome la cintura, apretándome bien contra él, y su rostro casi pegado al mío, con sus increíbles ojazos clavados en mí, estudiando cada uno de mis movimientos.

-Hola otra vez

Su voz suena cálida junto a mi oído y me dirige una amplia sonrisa, debe ser que le parece muy divertido. Pero a mí no, tengo un tipo sudoroso que me impide incorporarme y estoy medio espatarrada encima de Javier.

-¿Te importa ayudarme? Es que las posturitas las guardo para más adelante, si voy luciendo mis habilidades de contorsionismo desde el principio, luego pierde gracia

El comentario le hace sonreír y se inclina un poco, buscando mi mirada. Yo levanto el rostro, retadora, pero en seguida me pierdo en un mar azul. Puedo sentir la caricia de su aliento en los labios, apenas nos separan unos centímetros, pero a mí me parecen kilómetros. Se me eriza el vello de la nuca y noto un escalofrío que me recorre la espalda. Entonces él se muerde el labio con un gesto distraído y me obligo a apartar la mirada. Dios mío, esto es lo más excitante que me ha pasado en toda la vida. Se respira la tensión sexual y estoy segura de que si no estuviera atrapada ya me habría lanzado a por él, sin importarme qué ocurriera después. Casi no puedo resistir la tentación de extender el brazo y acariciarle el rostro, estoy deseando sentir el tacto de su piel, la textura de sus labios, el sabor de su raspiración en mi lengua... me conformaría con acariciar su pelo, tiene un aspecto tan suave...

Él no aparta la mirada de mí y yo tampoco puedo dejar de observarle. Sus ojos prometen cumplir las fantasías más inconfesables y esa sonrisa huidiza que acaba de aparecer en su rostro me reta a dar el primer paso. ¡Oh, dios! Tan solo tengo que inclinarme un poquito para alcanzar el paraíso, pero mi cuerpo se niega a obedecer.

-La mochila y eso... –murmuro en un intento desesperado por obligarme a reaccionar

Creo que capta mi desesperación, porque tira de la mochila y como por arte de magia consigue quitármela... y con una sola mano. Pero claro, llevándola vacía es muy fácil, seguro que si llega a pillarme ayer nos pasamos así todo el viaje. Que mañana no se me olvide salir de clase bien cargada. Me incorporo y hago ademán de levantarme, pero él me lo impide, manteniéndome sobre sus rodillas, aunque ahora con un poco mas de dignidad.

-Me parece que todavía no me has dicho cual es mi apodo

Al hablar, su aliento me acaricia el rostro, no sé si es porque lo hace aposta o porque yo estoy hipersensible, pero me encanta. Estoy empezando a hiperventilar y tengo taquicardia, además creo que si no tuviera el estómago sellado como una cámara acorazada hace rato que me habría puesto a vomitar... encima del sudoroso este que cada vez se nos pega más.

-Javi... Javier, yo...


-Llámame Javi, me gusta cómo lo dices



>> Antes de irme a tocarme las bolas por fin, que llevo toda la tarde arreglando el lio que he formado con las entradas de la historia, advierto que el relato ha sufrido una pequeña... digamos... reestructuración y que eso supone capitulos más cortos... y con nombre!; asi que cambiare los titulos de las entradas y reorganizare cómo he ido colgando la historia. Espero que no se muy confuso, y si lo es, los comentarios y el chatbox no requieren registrarse en ningun lado y son gratis! Asi que a colapsarme el blog, que esta empezando a coger polvo. bExotesss!