21/5/09

Si, lo sé

Ya sé que hay capitulillos fantabulosos de Dance with Dragons al alcance de mi mano.

Ya sé que puedo leerlos hasta en español.

Ya sé que un capítulo es de Jon... y que otro es de Tyrion (viiiiiiivo, esta viiiiiivo x3)

Ya sé que para la traducción oficial del libro, incluso la no oficial, incluso la publicación, todavía tardarán siglos.

Ya sé que muchos los habrán leído.


YO, NO.


Y tengo clarísimo que no pienso leerlos, no voy a tocarlos, no voy a acercarme ni de lejos (curiosa paradoja).

Porque también sé que no seré capaz de aguantar mucho tiempo habiendo probado un nuevo pedacito de cielo.

Porque no quiero quedarme de nuevo con las ganas y el ansia, el mono de Tyrion.

Porque quiero poder zamparme todo el libro de seguido. Dejar de dormir, de comer, de estudiar, de socializar. Encerrarme en la habitación y sumergirme en los Siete Reinos. Inyectarme Martin directamente en vena.

Y por tanto, ante la avalancha de spoilers horripilus que pululan por ahí, quiero dar un mensaje a todos aquellos que tengan la lengua suelta:


Estoy fabricando el mío... no dudaré en usarlo.

Bolas de arroz

Seguramente muchos de vosotros, o al menos alguno de los lectores habituales, conociendo mi gusto por el país nipon penséis que me refiero a esto. NO! Porque esto se llama ONIGIRI (おにぎり) y tiene un aspecto comestible, incluso está buenísimo.

El título de este post va más bien encaminado hacia un plato más o menos de invención propia, mezcla de varios recetarios y la necesidad de hacer un plato económico, rápido, que se pueda llevar en taper y comer con las manos en un esquina... con una nevera vacía. Es fruto de otro de esos trabajos pscóticos de inglés, cuya finalidad sigo sin lograr entender.
Teníamos que escribir una receta en inglés, hasta ahí todo bien. Peeeero tenía que ser algo rápido de contar, casi fugaz, porque teníamos apenas dos o tres minuticos para hablar. Y además había que llevarlo hecho. Si, la historia consistía más o menos en que unos zampabollos se comiesen tu trabajo.
Bueno, el caso es que al final mi extraña mezcolanza triunfó y no volvió ni una a casa. Y yo no entiendo por qué, la verdad es que las probé y no me hicieron mucha gracia, pero la gente hasta me pedía la receta. Increíble. El caso es que, con mucho retraso y por no actualizar con algo más serio, al final atenderé esas peticiones.


INGREDIENTES
(Las cantidades estan aproximadas muy a ojo pero salen algo así como 35 bolas)

-900 mL de caldo de carne (el de verduras también se acepta, pero no el de pesacado eh?)
-10 tazas pequeñas de arroz
-6 huevos duros
-2 cebollas
-400 g de tomate triturado
-8 cucharadas de mantequilla
-queso rallado
-queso de burgos
-jamón picado
-ketchup o concentrado de tomate (vease que no tenía muy claro este último concepto y terminé añadiendo el primero por poner algo u.u)

-pan rallado
-aceite


Y AHORA... COCINEMOS

Se calienta el caldo hasta que casi rompa a hervir y se le añade el tomate triturado y la mitad de la mantequilla. Se deja cocer hasta que hierva y se le añade el arroz.
Una vez esté hecho el arroz (que tendrá un color rojizo enfermizo por el tomate y el caldo), se mezcla con los hevos duros picados y el queso rallado.
Se rehoga la cebolla con la mantequilla y cuando esté doradita se añade el jamón, sazonandolo todo poco a poco con el ketchup (la cantidad de ketchup va a ojo puro y duro y al gusto del consumidor xD)
Cuando ya se tienen las dos mexclas por separado y el arroz ha reposado un poco, se pica el queso de burgos y ya se puede empezar a hacer bolas. Para rellenarlas basta con abrir un agujero y ponerles un poquito de jamón y queso de burgos. Después, se rebozan en el pan rallado y, con el aceite muy caliente, se fríen con cuidado de no quemarlas.


* CONSEJO PARA CONSEGUIR BOLITAS QUE AGUANTEN: Coge un poco de arroz (una cucharada sopera aproximadamente) y amasalo bien entre las manos, dandole forma de bola. Rebózalo un poco en el pan rallado (que no llegue a haber una capa de pan o quedrán muy pesadas), abre un agujero en la bola y ponle el relleno. Vuelve a cerrarla con cuidado de que no estalle por ningún sitio (no es nada gracioso estar apretando los granitos de arroz con todo el cuidado del mundo y que el jamón te empiece a rebosar entre los dedos, lo digo en serio >.<) y apriétala bien, amasándola un poco más para que el arroz se compacte bien. Rebózala de nuevo y fríela con cuidado.


Si esperábais un plato ligerito, sano o algo parecido está claro que esta no es vuestra receta ^^ No lo recomendaría como gran plato, ni siquiera como uno que me guste especialmente (solo he tomado una para probar el resultado antes de meterlas en el taper), pero por probar no pasa nada no? Además, si lo hacéis en casa y experimentáis u poco siempre podéis mejorarla hasta conseguir algo digno de Adriá.

La verdad es que me gustaría poder subir alguna receta más, con fotos de cómo me quedó el resultado y toda la pesca (al final esto terminará siendo un blog culinario, esperad y veréis xD) pero para eso hace falta tiempo, dedicación e ingredientes y de momento no tengo ninguna de las tres cosas. Quizás en verano pueda hacer algún pinito más entre fogones. Quizás. De momento no prometo nada.

10/5/09

Expomanga 2009


Otro año más llega el cumpleaños de Susana y con él el Expomanga Madrid xD
Esta vez he tenido sesión intensiva. Empecé el viernes con las fiestas del colegio (que ya comentare en otro post en cuanto tenga los videos ^^) y después, cargada con mi abanico, mi portatil, la maleta y el cosplay me encamine a casa de Mew. Vagueamos, babeamos mucho, mucho, muuucho con nuestros cosplays nuevecitos y dormimos seis horas. ¿No le encontrais sentido a la falta de sueño de esa noche? Bien, yo tampoco, pero creo que esto sería una buena excusa:


La causa de todos mis dolores de cabeza, agobios y alegrías durante los últimos meses. Fue duro hacerlo, si, y mucho más mantenerlo con vida todo el fin de semana, pero al final valió la pena, y vaya si valió ^w^

A lo que estábamos, tras seis escasas (y despues de una laaarga semana son verdaderamente escasas >.<) horas de sueño, el despertador nos puso en pie a las siete de la mañana. ¿Razón? Teníamos que ser las primeras. No lo fuimos, entre lentillas, fajines y risas, se nos hizo tarde y llegamos allí casi a las once. Cosas que pasan.
Ese era el estado del escritorio momentos antes de salir de casa... Los cepillos aparecían y desaparecían, las bolsas se mutiplicaban y la mierda crecía debajo de los mangas. Vamos, lo que es una habitación ocupada por dos personas a la vez u.u


Mew y yo mas o menos preparadas para salir, ella de Itachi y yo de Temari. Mi moñete habitual hizo la mitosis y dio lugar a dos hermosos moñetes hijos cada uno de su padre y de su madre (sé que Temari lleva cuatro coletas, pero en serio, si no tienes un pelo molón que se quede de punta y haga estrellitas lo de las cuatro coletas es horrible >.<), sujetos por unos coleteros diabólicos que se agrandaban y encogían dependiendo de la hora del día (ahora se cae, ahora corta la circulación, ahora se cae y luego se vuelve a caer,...). El fajín quedaba mosnísimo y se sujetaba a la perfección y los tiranticos esos que parecen los brazos de una mochila me quedaron genial (no se deshicieron a pesar de mis tímidas puntadas xD) La capa de Mew era increíble y las vendas al final logramos que quedaran perfectas con mis botas de elfillo, el unico fallo fue que no pudo ponerse las lentillas de Sharingan.




Entré al pabellón buscando como una desesperada un Shikamaru para arrejuntarme y sufrí una gran decepción, Narutos, Sasukes y Akatsukis crecían como setas, pero ni rastro de mi anhelado chuunin. Sin embargo, casi enseguida me encontré con ma familia xD Estos chicos tal vez os suenen de Alcorcón y aunque al final no llegamos a quedar, me hizo muchísima ilusión encontrármelos. El domingo, Kankuro se cambió de cosplay y repetí fotico. En cuanto vi a Gaara dije coñe los chicos de ayer! pero luego vi que no eran del todo los del sábado y me lancé sobre ellos a por una foto. Majísimos, me sonrieron y me dejaron apretujarme entre su chakra (no sabéis que ilusión me hizo ponerme ahí en medio jur!). Juro que no les acosaba conscientemente, en realidad no estaba segura de si eran ellos o no (iba sumida en una mezcla de extasis y confusión absolutas que no me dejaban pensar con claridad) y luego cuando Mew me lo confirmó casi me dio un poco de apuro... casi, porque yo estaba demasiado contenta con mi foto como para andarme con tonterías ^^



RYUK RULES!!



Encontramos gente majísima que se dejó resobetear, babear y fotografiar encantada con cosplays IM-PRESIONANTES.
¿Anécdotas? Por ejemplo, ese Zabuza me encantó y me fui a por él a pedirle una foto sin ver el cartelaco ese que llevaba colgando (no me preguntéis cómo lo hice u.u), entonces, Kyon, que nos hacía de fotografo cuando posábamos, le dijo que me diese un achuchoncete y casi me pongo a saltar de alegria cuando el chico se arrimó n.n Luego me di cuenta de que sí que le había visto antes, pero solo me había fijado en el cartel y no le había asociado con la cara.
O también que al cruzarnos con Renji la petición de foto fue instantánea y por ambas partes. Me hizo mucha ilusión que al pedirle la foto nos dijese que él también quería una nuestra ^^
Primero conmigo y luego con Mew, el chico le echó paciencia y se dejó retratar por partes LOL
Ryuk y el Conde Milenario... Bueno, creo que no hacen falta palabras para expresar mi admiracion xD



Un Tikki Mykk fantabuloso con cigarrillo incluido, los niños elegidos de la primera temporada de Digimon y un Jiraiya estupendástico que llevaba persiguiendo desde la cola de las entradas. Me los encontré en la interminable e insufrible cola del ramen, en la que tuvimos que esperar bastante más que para entrar y donde nos dio tiempo a atrapar un par de cosplayers más.




Por la tarde se nos unió Ina, el hermano de Mew, que terminó cogiéndole el gustico a las cámaras y sustituyendo a Kyon, que la verdad no tiene mucho arte para ello (aunque si te gusta que la habitación se mueva a tu alrededor y tu cara parezca un huevo frito es tu hombre xD). Después de varias vueltas y de que Ina se comprase algun caprichillo, Mew nos arrastró, y quiero dejar bien claro que NOS ARRASTRÓ, por no decir que nos secuestró, hasta un rincóncete recogido donde nos dedicamos a hacernos fotos con poses waxixupis. En ese momento Ina si que se emocionó e incluso trepó por las paredes para tomar panorámicas. Eso es entrega y lo demas tonterías xD
Además, en plena sesión de fotos, nos asaltaron en nuestro tranquilo rincón unas chicas con cierta cara de cachondeo que nos pidieron una entrevista. Si, si, una entrevista. De esas que te sacan la camar y el micro para interrogarte, de esas. Durante un segundo pensé que era una broma pero como ellas se liaron a montar la cámara y no paraban de asegurarnos que no ibamos a salir por la tele ni nada, que no era más que un trabajo para la Universidad... pues claro, con el micro ya en la cara tampoco le vas a decir que no. Fueron cosas fáciles y concretas ¿Es la primera vez que vienes? Di tu nombre REAL y de quién vas disfrazada. ¿Cuál es tu manga favorito? ¿Has leido Crepúsculo? Cosas así.
Y luego, cuando estabamos todavía asimilando el susto de la entrevista, de entre los setos apareció un grupo de gente cargada con micro y cámara. Os juro que pensé que era una maldita broma. Esta vez fue una pseudoentrevista aun más corta y fugaz que la anterior ^^ Los chicos muy majos y tal, incluso nos dijeron que buscasemos los videos de Territorio Comansi o Mondonsuke para poder vernos ^^



En torno al minuto 4:30 aparecemos nosotras ^w^



El domingo empezó... bueno, en realidad no tengo muy claro donde termina un día y empieza el anterior pues las escasas cinco horitas de sueño desdibujan bastante ese limite u.u








El sábado volvimos entes de lo previsto para currarnos un cartel fantabuloso de los de REGALO ABRAZOS, pero como era de esperar, pues hasta para eso somos vagas, terminamos dejándolo y dejándolo (el intercambio de fotos tuvo gran parte de la culpa, todo hay que decirlo xD). Al final acabamos poniéndonos con el cartel a las tantas, fue todo un show ver a Mew dibujar chibis como una desesperada mientras yo me desmayaba sobre SU cama u.u Sin embargo, el resultado fue estupendo ^^




El domingo empezó demasiado pronto pero con una gran alegía: Mew logró mantener los ojos abiertos para colocarse las lentillas xD Además, Ina se vino con nosotras desde primera hora.
El padre de Mew, que es más majo que las pesetas y nos acercó y recogió ambos días, tenía una carrera (si, de esas de correr) a las 9 así que estuvimos dando vueltas bajo la lluvia desde las 8:30. ¿Que qué hay abierto a esas horas? Un par de baretos de los de viejo jugando a las tragaperras y vinorro para el aperitivo a los que Mew no quiso ni acercarse. Al final terminamos desayunando en el Rodilla y llegando de los primeros a la cola del Expomanga.





Fue un gran día y como era el concurso de cosplay (además de que se entraba gratis disfrazado) había muchísima gente con trajes fantabulosos. Encontramos a las chicas de DoReMi, a Nobita y Doraemon, un Sephiroth con una espada larguíiiiiiiisima que casi parecía tocar el techo, un grupo de Inuyasha con galletica de perro incluida xD, un L maravilloso con Watari incluido,... En fin, una cosa estupendástica, mejor incluso que el día anterior.
Además, poco después de entrar, me encontré con ese grupillo de Gravitation, casi me muero allí mismo. Estabamos intentando avanzar entre el mogollón que se forma en los alrededores del escenario cuando vi la gabardina amarilla chillona y pensé coñe, ese podría ser Shuichi entonces les miré con más atención y me puse a gritar como una loca. Shuichi, mi Shuichi estaba allí!!! Me abalancé sobre las chicas a por una foto rebosante de alegría. Aunque lo deseaba, no había esperado realmente encontrarme a ninguno de los chicos de Gravitation porque el yaoi en España está bastante relegado al cajón y no se lee apenas nada, asi que toparme con Noriko, Shuichi y Ryuichi vestido de Kumagoro fue estupendo ^^














Por supuesto me arrejunté a un Kakashi y tomé fotos de un grupo gigantesco de Bleach que se formó en la entrada. Los chicos de la foto con solo una minúscula parte del team que se juntó, que en realidad parecían todos los personajes de Bleach del pabellón juntos y bien mezclados, pero como eran tantos no había forma de que me entrasen en la cámara y los trocitos de grupo no lucen tanto (a parte de que están un poco movidas u.u)
Ek grupito de D. Gray Man eran simpatiquísimos y estaban muy conseguidos y el Tetris me mató xD
Las chicas de Hellsing participaron en el concurso de cosplay con un Alucard que no logré atrapar y me emocioné muchísimo al toparme con un Manji dando vueltas por los puestos, una pena que no estuviese Kagehisa-sama por ahí ^^




Después de comer se nos volvió a unir Kyon, que esta vez si que venía disfrazado, creo que de Hayate... creo, porque no nos quiso decir quién era (a saber por qué u.u") y yo tampoco supe identificarlo. Además logramos secuestrar a Reika, una de las chicas del foro, que iba disfrazada de Yachiru y con la que habíamos hablado de ir juntas.


Me costó dos días y pensé que no lo conseguiría, pero al final, el domingo cuando nos marchábamos para que Mew estudiase un poco, encontré un Shikamaru. Fue raro porque pasé a su lado cerca de la salida y cuando ya nos alejábamos mi cerebro empezó a reaccionar. Más o menos el hilo de pensamientos fue ese tipo es un chuunin... ese tipo tiene una coleta como la de Shikamaru... ese tipo es jodidamente parecido a Shikamaru... ESE TIPO ES SHIKAMARU!! Lancé todas mis compras y pertenencias sobre mis pobres compañeros que no sabían si me había dado un aire o estaba definitivamente loca y, camara en mano, salté literalmente sobre Shikamaru. El chico, encantador, me dijo que mi abanico molaba y que era el primero que veía funcionar de verdad cuando yo intenté justificar mis babas diciéndole que llevaba todo el fin de semana buscando algun Nara-kun que resobetear y él era el primero que veía. Además me pidió unas poses de pelea y yo, estupida de mí, me limité a abrir el abanico en vez de hacer el Kiri Kiri Mai como había estado practicando el día anterior >.<


En definitiva, han sido dos días intensísimos en los que me lo he pasado de maravilla, me he reído un montón, he disfrutado aún más, he hecho cientos de fotos y me arrejunté a un Shukamaru genial. Tanto el abanico como el kimono han sobrevivido. ¿Qué mas se le puede pedir a un fin de semana?

1/5/09

Tras la batalla

Publico este post bajo petición (coacción y amenaza más bien ¬¬) de Susana. Antes de empezar advierto que esto no es un relato, sino fragmentos de una historia más larga tipo rol escrita aqui y que continua aqui. Esta escena se desrrollaría después de una fugaz y extraña pelea que tenéis en uno de los temas del foro y aunque no es necesario leer lo anterior para enterarse del grueso de la escena, yo os recomendaría que lo hicierais, creo que se disfruta mas ^^

Como está escrito por dos personas y para evitar confusiones, la parte narrada por Shinichi aparecerá de esta forma y la parte de Natsuki de esta otra.

Por último y antes de dejaros leer, quiero advertir que son escenas LEMMON, es decir, de arrejunte más o menos explícito (imaginais ya por qué el ansia de Susana? xD) asi que los sensibles podeis retiraros antes de sufrir el susto ^^


I. Contacto

NATSUKI: Me dejé arrastrar por Shinichi hasta su habitación sin ofrecer la más mínima resistencia. Habíamos dejado a Karcyn en la enfermería, asegurándonos de que estuviese a salvo y bien atendida, y ahora era nuestro turno de cuidarnos.

Estaba muy nerviosa, nunca había estado tan cerca de nadie, pero mi respiración se aceleraba solo con pensar en sentir la piel de Shinichi contra la mía. Apenas entramos en su cuarto y cerró la puerta, me lancé sobre sus labios en busca de un beso.
Acaricié sus labios con mi lengua y los mordisqueé con dulzura, esta vez buscando una respuesta por parte de él. Mis manos volaron hasta su cabello y con toda la suavidad que pude, le quité el coletero para poder hundir mis dedos entre esos mechones de seda.



SHINICHI: Estaba impaciente por llegar a la habitación. La enfermera había prometido hacerse cargo de Karcyn y yo, sabiéndola a salvo, tenía una necesidad que atender con urgencia.
Agarré la mano de Natsuki y tiré de ella con fuerza con la intención de llevarla hasta mi cuarto lo antes posible. Su mano, tan pequeñita en la mía, era lo primero que había tocado de ella desde la pelea y me aseguraría de que no fuera lo último.


Cuando llegamos, cerré la puerta con fuerza, listo para atacar al oír el ansiado click de la cerradura, pero Natsuki fue más rápida que yo. Me besó con ansia, jugueteando con su lengua en mis labios, mordisqueándolos. Sentí sus manos buscar la cinta que amarraba mi pelo y el suave deslizar de sus manos de nuevo entre mis cabellos. Sin poder resistirme mis manos volaron hacia su cadera y la atrajeron hacia mi cuerpo, desesperado por sentirla contra mí, mientras profundizaba el beso y deslizaba mi lengua hacia su interior. La sangre fluía de forma casi dolorosa chocando contra mis venas, como fuego líquido, ansiosa por sentir el tacto de la piel.
Retiré una mano de su cadera y comencé a desabrocharme los botones de la camisa.



Todo mi cuerpo se estremeció ante su respuesta. Su lengua se deslizó en mi boca, jugando con la mía. Sus manos guiaron mi cadera contra la suya, arrancándome un suave gemido de deseo. Toda aquella ropa me estaba molestando.

Entonces él se me volvió a adelantar, empezando a desabrochar su camisa. Jadeé entre sus labios, todavía fundidos en un intenso beso. Si no se la quitaba pronto yo misma se la arrancaría.
Separe mis labios de los suyos y fui dejando pequeños besitos por su mandibula y su cuello, siguiendo el camino hacia su pecho. Quería saborear su cuerpo entero.
Cada botón que él desabrochaba, mis manos se deslizaban un poquito bajo su camisa y mis labios regaban un nuevo trocito de piel.

Cuando por fin tuve su pecho al descubierto, mis manos cayeron hasta su cinturón, intentando deshacer aquel impedimento tan molesto que eran sus pantalones, y mi boca saltó hasta su cuello, con pequeños lametones y mordiscos juguetones, incitándole a que me ayudase con aquella maldita hebilla que se me resistía.



Infinidad de sensaciones placenteras me recorrieron el cuerpo al sentir su boca trabajando cada pedacito de piel al descubierto. Todas y cada una de mis terminaciones nerviosas parecían estar bailando al son de mi acelerado pulso, acrecentando mis instintos más básicos. Sentía una necesidad acuciante de tocar, besar, morder, y cualquier otra cosa que implicase un contacto físico con aquella mujer.

Sin ninguna delicadeza, no había tiempo para eso ahora, tironeé de su camiseta hacia arriba, intentando llamar su atención para que subiera los brazos. Natsuki retiró con reticencia sus manos de mi cinturón y me permitió deshacerme de aquella sofocante prenda que me había impedido hasta ahora el paso hacia su piel. Mis manos acariciaron avariciosas todo lo que quedó desnudo.
Sentía el pinchazo de la pasión tras cada movimiento, impaciente por seguir en lugares mas íntimos que aún estaban tapados.

Me arrodillé frente a ella y dejé que mi lengua se perdiera en su ombligo, bajando lentamente la boca al tiempo que mis manos deslizaban la falda por sus piernas. Cuando la falda tocó el suelo y llegué al borde de su ropa interior, emití un gemido ronco.
Me estaba muriendo de impaciencia.



Sus manos se deslizaban sobre mi piel, despertando mil sensaciones en lugares que no sabía ni que existían. Toda mi piel ardía bajo su contacto y la sangre bombardeaba despiadadamente mi cabeza, dejando mis acciones a cargo de mis instintos más básicos.

Temblé cuando la falda cayó a mis pies, ahora, apenas dos diminutas piezas de tela nos separaban. Sentía mi cuerpo latir al ritmo de sus caricias y, avariciosa, extendí mis manos para acariciar yo también, quería sentir su piel entre mis dedos.
Entonces él se dejó caer, escapando de mi contacto. Al sentir su lengua en mi ombligo, un gemido ahogado se escapó de mis labios. Su boca seguía trabajando sin piedad alguna sobre mi estómago, pero siempre respetando la frontera que marcaba mi ropa interior. Las rodillas me temblaron ante tal embestida de sensaciones, necesitaba fundirme con Shinichi, tocar, sentir, morder, besar todo lo que él me permitiese.

Me dejé caer sobre él con una sonrisa, intentando ahogar los gemidos que me producía su contacto. Desde su regazo, me lancé a por un nuevo beso, respirando su aliento con placer, mientras mis manos volvían a atacar aquel maldito cinturón. Ante la frustración de no poder vencer a aquel trozo de cuero, mis dedos se deslizaban bajo la cinturilla del pantalón y el calzoncillo, buscando nuevas extensiones de piel que explorar.



La cabeza me daba vueltas y ya no sabía si era por la falta de sangre o por aquella tormenta de emociones que se arremolinaba en mi interior. Me sentí consumido absolutamente por oleadas de placer cuando su mano se coló tímidamente bajo mis pantalones. Estaba disfrutando, pero aún no había calmado el ansia de recorrer su cuerpo, así que deslice una de mis manos sobre su pierna. Teniendola a horcajadas sobre mí, fue sencillo subirla con desesperación con la intención de alcanzar su intimidad. Sin embargo apenas había subido su rodilla cuando un dolor agudo en mi dedo índice me alertó de que algo no iba bien.

Gruñí contra su boca al sentir la singular sensación que provoca una herida recién hecha. Con lo acelerado que estaba no pude evitar apartar su cara de la mía con ambas manos de forma violenta. Mi respiración iba a trompicones, jadeaba contra su rostro mientras me esforzaba por recordar cómo se hablaba.

-¿Qué... qué llevas ahí? -Farfullé.



Mis manos se deslizaban por la piel de su estómago, del borde del pantalón hacia arriba, hasta encontrarse con la venda que cubría parte de su pecho. Era una sensación increíble el contraste entre su piel y la textura áspera de la venda.

Yo estaba concentrada en esta experiencia cuando me apartó de su rostro en mitad de un beso magnífico. Jadeé, me sentía privada de aire, pero en realidad era todo lo contrario, el aire fresco volvía a inundar mis pulmones. Le miré durante unos instantes sin entender, había hablado, yo había escuchado las palabras, pero mi cerebro no era capaz de procesarlas.

-¿Qu.. que? -articulé, sin comprender de qué me estaba hablando. Mi voz sonó ronca, casi irreconocible.

Entonces noté un líquido cálido sobre mi piel, una de sus manos estaba sangrando. Se la cogí inmediatamente, examinando la herida con preocupación. Era un pequeño corte en su dedo índice, nada importante. Y de pronto me di cuenta de lo que había pasado.
Me puse en pie de un salto, temerosa de volver a hacerle daño. La pasión, las sensaciones me habían enloquecido y cegado hasta el punto de olvidar el arsenal que llevaba encima desde la batalla. Avergonzada, me ocupé en librarme de los cuchillos que llevaba atados a las piernas ante la atónita mirada de Shinichi.

-Lo siento -susurré, acercandome de nuevo a su regazo. Temía que el incidente le hubiese quitado las ganas de estar conmigo-. Déjame curarte.

Con esta pequeña súplica, tomé de nuevo su mano herida y me llevé su dedo a los labios. Lamí con delicadeza la herida abierta, sintiendo el sabor de la sangre y de su piel sobre mi lengua. En ningún momento aparté la mirada de sus ojos, buceando en ellos, buscando su permiso para continuar.



Me estremecí al sentir el tacto de su lengua sobre la herida. Era placentero y doloroso al mismo tiempo. Sus ojos me miraban inquisitivamente, intentando retirar esa suave capa de escarcha que envolvía mis ojos fríos. Dejé que se derritiera ante el calor que desbordaban los suyos y adoptase el brillo de lo que sentía en aquellos instantes con más intensidad. Lujuria.

Con un rápido movimiento desabroché el cinturón y contemplé embelesado como su mirada se desviaba sin remedio hacia abajo. Aproveché ese segundo de distracción para agarrarla y alzarla conmigo del suelo, ahora que había recuperado algo de lucidez pensaba llevarla a un sitio más cómodo.

Mientras caminaba hacia el dormitorio ataqué sin piedad su cuello, mordí sus labios y lamí su oreja. El pelo me molestaba al caer a ambos lados de mi rostro en plena faena, pero en cierto modo le daba encanto a la escena. Ocultos bajo la cortina de pelo, me prometí a mi mismo que aquella chica iba a gritar mi nombre hasta que se quedase sin voz.



Mi pecho se hinchó de alegría cuando sentí de nuevo su piel contra la mía. Sin embargo, la alegría dejó paso a la excitación y la pasión en cuanto su boca volvió a caer sobre mí. Durante unos segundos intenté resistirme a que me llevase en brazos al sentirme insegura y me retorcí como un pez fuera del agua, pero sus brazos eran fuertes y aguantaron sin problemas mis inútiles sacudidas, aplastándome contra su pecho. El intento de escapatoria duró poco, su lengua en el lóbulo de mi oreja consiguió distraerme por completo.

Le pasé las manos por el cuello y recogí aquella impresionante mata de pelo que caía entre nosotros, interponiéndose en mis besos. Mientras mi boca se fundía con la suya, mis manos jugaban con su pelo y su cuero cabelludo.

Entonces me dejó sobre su cama. Me incorporé un poco, apoyándome en los codos, para poder observarle en todo su esplendor. Allí, de pie a los pies de su propia cama, parecía un depredador preparado para lanzarse sobre su presa. Me estremecí, anticipando la situación.
Levanté una pierna y acaricié juguetonamente su estómago y su ombligo con los dedos de mi pie. Me reí, llena de placer, al ver su cara.

-Vamos, Shinichi -le incité, con una voz baja, sugerente- te estoy esperando.



El sugerente sonido de sus palabras me invitaba a hacerle todo tipo de cosas, a cada cual más escandalosa. No había estado con muchas chicas y no estaba muy seguro del comportamiento habitual de una fémina en situaciones tan íntimas, pero mi experiencia se limitaba a encuentros tímidos, pudorosos, con un sonrojo permanente en las mejillas... Pero esta vez era distinto.
Ella era puro fuego, destilaba pasión por cada poro de su piel y me encendía tanto que iba a terminar con complejo de tea. El simple hecho de observar su cuerpo tendido sobre mi cama, sus piernas ligeramente separadas, su pie acariciándome el estómago... bastaba para que mi cerebro gritase a pleno pulmón que le arrancase la ropa y me lanzase sobre ella como una fiera hambrienta.

Decidido a seguir aquellas sabias indicaciones, me quité el pantalón y dejé que observara los estragos que estaban causando sus provocaciones sobre mi cuerpo, concretamente bajo mis boxers.

Con movimientos felinos me situé sobre la cama, apartando una de sus piernas para quedar entre medias de ambas de rodillas sobre el colchón, que se hundió ligeramente bajo mi peso. Aún sujetando en alto aquella pierna, aproveché para dejarla impregnada de saliva. Mi lengua se movía de arriba a abajo, yendo a parar cada vez más peligrosamente abajo. Una de mis manos tiraba insistentemente de sus braguitas, preguntandose por qué no podía apartar aquel pedazo molesto de tela caliente.



Sus ojos tenían la culpa. Esa impresionante mirada azul que estaba clavada en mí, me decía muchas cosas. Veía pasión, veía deseo, veía calidez también en los ojos de Shinichi. Y aquello me atraía casi más que sus caricias, porque en aquel momento yo estaba completamente entregada a él, pero tuve la sensación que al menos una pequeña parte de él también era mía.

En cuanto su lengua tocó mi pierna, todo mi cuerpo reaccionó. Mil sensaciones, muchísimo más intensas de lo que podría haber imaginado, atacaron mi cerebro, que quedó definitivamente inservible. Todo desapareció, para mí tan solo existían los puntos en que mi cuerpo estaba en contacto con el de Shinichi.

Tomé su cara entre mis manos y tiré de él hacia arriba, hasta que nuestros labios volvieron a chocar. Podría vivir de sus besos toda la eternidad. A la vez que mi lengua recorría todos los rincones de su boca, alcé las caderas, que fueron a chocar contra las suyas. Él aprovechó para dar un nuevo tirón a mis braguitas, que tardaron unos segundos en dejar de molestarnos.

Aproveché que sus manos estaban ocupadas en mis piernas, reconociendo el territorio que acababan de descubrir, para dar un brusco giro de cadera y colocarme a horcajadas sobre él.

Sentía su piel ardiendo bajo la fina tela que nos separaba, su cuerpo tenso entre mis piernas. Durante unos segundos me deleité observándole, pero mis manos enseguida se lanzaron de nuevo al reconocimiento de su piel.

-Creo que es mi turno -jadeé.

Y mis dedos se lanzaron contra la goma de sus calzoncillos, desesperada por eliminar esa última barrera ente nosotros.



Cuando me vi libre de la última prenda que me oprimía, enderecé a la chica sobre mí, preparado para terminar con esta espera angustiosa. Sus ojos parecían deterrirse de deseo y ganas de continuar, así que le dediqué una sonrisa traviesa alargando el momento inmediatamente anterior.

Después me adentré en ella. Me hundí una y otra vez marcando un ritmo suave que fue aumentando a medida que sus gritos me lo exigían. El sudor me perlaba la frente, me estaba muriendo de calor, todo lo que alcanzaba a tocar estaba más frío que mi cuerpo.

A medida que pasaban los minutos, aumentaban sus gemidos, mis jadeos, nuestros nombres que se entremezclaban en la oscuridad pronunciados por unas bocas que apenas podían dar más de sí. Sólo podía concentrarme en guiarla suavemente por la cadera, mostrando aquellas embestidas que me causaban más placer y que en más de una ocasión estuvieron a punto de quebrar mi control.

Dios, tenía que repetir esto costase lo que costase.



Con cada nueva embestida sentía que me fundiría sobre él. Mi respiración se acompasó al agitado ritmo que llevaban nuestros cuerpos. Me dejé guiar por él, por el movimiento que me imponían sus manos. Jadeé y gemí, susurré su nombre y lo grité. Escuché su voz llamarme y grité a la vez, fundiendo nuestras voces tanto como nuestros cuerpos.

Nos desplomamos sobre el colchón con la respiración entrecortada. Ambos agotados, no podíamos dejar de tocarnos. Nos fundimos en un apasionado beso y dejé que él se colocase sobre mi. Clavando los dedos en el colchón para no perder todo contacto con la realidad, volví a gritar su nombre. Una y otra vez.


Cuando finalmente nos separamos yo sentía que mi cuerpo no me pertenecía. Me quedé con la cabeza apoyada en su pecho, jugueteando con su pelo mientras la realidad de lo ocurrido iba calando poco a poco en mi mente.

Y después, a pesar de que mi voz apenas era audible y mi garganta estaba tan extenuada como el resto de mi cuerpo, estuvimos hablando. Apenas era capaz de mantener los ojos abiertos de puro cansancio, pero no quería dejar escapar el momento. Asi que hablé. Le hablé de sensaciones, de lo que pensaba sobre la gente que acababa de conocer, intenté encontrar algún buen recuerdo en mi pasado para él. Shinichi escuchaba con paciencia, asimilando todo lo que yo decía. Incluso susurró alguna que otra frase sin dejar de acariciar mi espalda.





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Como ya he dicho antes, esta vez no he escrito yo sola. Había dos personajes: Shinichi, controlado por Kirtash (más conocido...da por estos lares como Mew ^^) y Natsuki, a la que controlaba yo. El original es más largo, pero como se podía dividir perfectamente en dos he preferido dejar la segunda parte para otro post y asi evitarme la entrada kilométrica y guardar un poquito el misterio. Si os come mucho el ansia simpre podéis encontrar el resto en el foro xD

Desde mi punto de vista el resultado es genial, la escena masmola mucho y no nos ha quedado para nada soez ni predeterminado (he terminado aborreciendo el lemmon porque todos acaban siendo "ohh que bonito... ohh cuanto amor... ohhh como embiste... ohhh me penetró" >.<) Además, fue para habernos visto escribiéndolo. Ambas conectadas al foro y al msn, posteando y comentando las entradas simultáneamente... a las cinco de la mañana. Y os aseguro que las conversaciones que se pueden desarrollar en un momento así con para grabarlas. Nada más que escoger los calzoncillos de Shinichi nos llevó unas buenas carcajadas y aunque ahora no se note mucho, fue un verdadero problema meter las armas que traían de la batalla (lo del corte en el dedo fue un puntazo xD) Nuestros chicos estaban tan emocionados que empezaron a resobetearse y de pronto nos dimos cuenta que venían de darse de leches con los malos malosos y deberían ir cargados de armas... Como nos pudimos reír con la protección antivioladores de Natsu ^^ Y como extra y para terminar el post os dejo un dibujete que me hizo Susana después de haber leido esto.... Ainss si es que somos tan buenas que inspiramos y todo lol