23/10/10

Don't ask, don't tell


DADT is an absolutly unfair law. Defend it means to say "go back to the closet and throw away the key, baby". We can't shout for tolerance and respect while we punish pepole because of their sexual orientation. I think that's a very hypocritical attitude.
The army should expulse homofobic people instead of homosexual ones who only want to be free for protect their country without rennounce to be theirselves. They should punish hate and discrimination, which are the real problem. Fights are caused by these attitudes, not by the fact of reveal you love or you fuck somebody independently you are a bisexual, homosexual or heterosexual person.



Ya que hoy vengo con un tema traído desde el otro lado del Atlántico que además surgió en el desdoble de inglés, me parecía apropiado empezar con unas palabras en inglés que recojan las líneas principales de la entrada. Sin embargo, retomo mi idioma para explicar más a fondo la cuestión y expresarme con libertad, usando todas las frases y expresiones hechas que conozco sin sufrir buscando una traducción con sentido.

Desde hace unas semanas, se le está dando mucho bombo a una ley americana que, desde mi punto de vista, habría que añadir cuanto antes a la lista de leyes estúpidas de los EEUU. La DADT o Don't Ask, Don't Tell, como es conocida, prohibe a gays, lesbianas y bisexuales servir en el ejército a no ser que oculten su orientación sexual. Si no dicen nada y se ocultan entre la masa de heterosexuales, no hay problema, pero si son "descubiertos", son expulsados inmediatamente.
En teoría, esto es así para evitar posibles problemas que pudiesen surgir, ya que al convivir todos juntos podrían darse situacines de cierto cariz homofóbico que romperían la unidad del equipo.
 Ridículo, totalmente ridículo.

Si lo que  se quiere es evitar que los muchachotes y muchachotas se miren en las duchas, se prohibiría que cualquiera que no fuese heterosexual entrase en el ejército. Pero claro, esto atenta contra lo que hoy consideramos políticamente correcto, así que lo que se hace es aplicar esta norma, pero a escondidas.
¿Se supone que así están respetando la libertad? ¿Que de esta forma no es una clara y aberrante situación de discriminación?

Por supuesto que sí lo es, pero ante todo hay que protejer a los homófobos soldados que no podrían soportar pensar en luchar al lado de un puto máricón. Dios evite que estas personas, llenas de odio y prejuicios, ancladas en un pasado en que podrían haberse permitido matar al compañero, sufran cualquier perjuicio. No se les expulsará a ellos, que podrían atacar a aquel que lucha a su lado, aquel que defiende a su país con las mismas ganas que cualquier otro; no, se expulsará al soldado inocente que lo único que hace es pedir la libertad que se le ha prometido.

Todos hemos visto alguna película en la que aparecen soldaditos y todos sabemos que en algún momento se van todos juntos al bar de al lado a emborracharse y follar. Pero, ¿qué debería hacer en este caso el soldado que se oculta? ¿Inventarse una vez tras otra alguna excusa y no salir jamás con sus compañeros por miedo a verse descubierto? ¿Acompañarles y no poder beber por temor a que el alcohol le suelte la lengua? ¿O acaso debería unirse a ellos y trajinarse a alguna mujer que se le arrime, sólo para mantener la mentira? Oh, y si puede follársela en público mejor, así nadie dudará.


Obama se comprometió en su momento a promover la derogación de la DADT, proceso que fue bloqueado hace poco en el Senado pese a haber sido aprobada por la Cámara de Representantes.  Al tiempo que sucedía esto, la jueza federal Virginia A. Phillips declaró inconstitucional la DADT en California. Lo que parecía un avance, ha quedado en nada ya que el Departamento de Justicia (sí, ese mismo gobierno que dice oponerse a la ley) ha apelado y la ley se restituido nuevamente. ¿No suena a chiste?

Y es que no basta simplemente con decir "algún día las cosas mejorarán, algún día terminaremos con todo esto", mientras apartas la vista y te olvidas de todo. Sobretodo no basta cuando eres el presidente de los Estados Unidos.
Así las cosas no mejoran ni se consigue ningún avance. Si pedimos igualdad y libertad pero a la hora de actuar, cuando nos llega la oportunidad de hacer algo, nos lavamos las manos refugiándonos en excusas baratas estoy segura de que todo seguirá igual dentro de cincuenta y quinientos años.
Tal vez nosotros no seamos Barack Obama (al menos os aseguro que yo no lo soy), y tal vez sea horriblemente tópico, pero el cambio reside en los pequeños detalles.
Si yo, persona de a pie, sin ninguna influencia y totalmente insignificante en lo que respecta al poder político, me limito a comentar "que mal están las cosas, habría que hacer algo... pero este no es el momento, la sociedad todavía es demasiado homófoba como para cambiar" estamos condenados al fracaso. La gente no cambia su forma de pensar por arte de magia, si no se muestran otros caminos, otras ideas, es imposible que la sociedad opte por ellos.

2 comentarios:

Charlie D. dijo...

¿Qué decir que tú no hayas expresado mejor? Que estoy totalmente de acuerdo, la verdad... la orientación sexual no hace daño a nadie, ni siquiera debería ser relevante. Te enamoras de una persona, no de su sexo, ¿no? Por otro lado, tanto un hombre como una mujer pueden ser sexualmente atractivos para cualquiera en un momento dado. No me creo que haya alguien que sea 100% heterosexual. Que lo quieran reconocer es otras historia... Pero me consta que se han hecho experimentos que demuestran lo contrario. Claro que la sociedad y las normas morales, siempre te empujan en "esa" dirección que es la correcta.

Pero vamos, lo digo y lo repito, la orientación sexual es como si te preguntan tu color favorito, cada uno tenemos el nuestro, y no creo que sea una información relevante a la hora de ser eficiente en un trabajo, pero bueno...

(Y lo que nos queda aún por delante...)

Buenas noches ^^

Mew dijo...

Touché.
Y hasta aquí hemos llegado... porque lo que es yo, me planto. No puedo seguir echándome en cara a todas aquellas personas que están tan llenas de odio y sentimientos destructivos. No puedo, ni quiero, seguir aguántando a toda la panda de guardaespaldas modernos que les salvan el culo a los homófobos promoviendo semejantes perlas en forma de leyes. No me da la gana.

Sin embargo, yo no soy tan miserable como para utilizar sus mismas armas. Nosotros tenemos algo mucho más efectivo: la palabra. Y, en lo que a mí respecta, yo sí que me voy a permitir darle volumen y voz a una de las muchas palabras que tanto daño les hacen en los oídos: IGUALDAD.