4/12/10

El castigo que merecen


El otro día estábamos trabajando en clase de historia unos fragmentos de la Constitución de 1812, comentando a qué hacían referencia, cómo afectaban al orden establecido hasta el momento o qué podría hacerlos impulsado.
Al llegar al artículo 303, que reza "No se usará nunca del tormento (...)", surgió un debate que no sabría muy bien cómo calificar. La verdad es que me desconcertó bastante que se levantasen más de una y de dos y de tres voces airadas que defendían la tortura y el asesinato.

Pero, antes, empecemos por el principio. A partir de la lectura de este artículo, la profesora le pidió a uno de mis compañeros que explicase cuál podría haber sido la razón de incluir algo así en la Constitución. La Inquisición andaba por ahí aterrorizando a la gente y blablabla... Entonces surgió la cuestión que desencadenó la discusión: si sabes que alguien ha hecho algo muy malo y va a seguir haciéndolo, ¿por qué no puedes torturarle para que confiese, por ejemplo, dónde están sus víctimas? O, por poner otro ejemplo, si atrapas a un terrorista que ha dejado bombas en varios sitios, ¿por qué no puedes hacer lo que sea necesario para obtener esa información?

Y dando un paso más allá, surgió también el tema de la pena de muerte. Me sorprendió descubrir que parecía bastante extendida la idea de que no es justo alimentar a un delincuente. Por lo que llegué a entender, la propuesta era pasar a cuchillo a todos los delincuentes, o al menos a los "más malos", véase terroristas, asesinos, violadores, pederastas,... Así la sociedad se ahorraría un dinero que podría invertir, qué se yo, en educación y sanidad, por ejemplo, y de paso, se quitaría de encima unos cuantos problemas.


Bien, a todo esto, he de decir que soy incapaz de compartir estas opiniones. Puedo entender esta forma de pensar y puedo entender que una madre que se encuentra al tipo que ha violado y matado a su hija lo primero que haga sea pegarle dos tiros o lanzarse a su cuello. Puedo entenderlo perfectamente y como nunca he estado en una situación semejante, no sé cuál sería mi comportamiento, pero no descarto una reacción así (igual que no descarto cualquier otra, claro). Hay cosas que no se pueden perdonar.
Sin embargo, pienso que la Justicia, y en este caso hablo de Justicia como algo más que una lista de leyes o una valoración personal, jamás, y repito, JAMÁS, debería respaldar ni el asesinato ni la tortura. En ningún caso.

Primero, porque torturar a alguien para obtener información es una soberana estupidez. Da igual que sea verdad o mentira, ante el dolor, esa persona terminará diciendo lo que tú quieras que diga, con lo cual, no has ganado nada. Además, supone renunciar por completo a la presunción de inocencia de la que teóricamente todos gozamos. Si tú le acusas y le torturas para obtener pruebas de su culpabilidad, estás presuponiéndola y después prácticamente obligándole a admitirla por la fuerza. Un sinsentido.

Por otro lado, si la Justicia valida o admite la tortura y/o el asesinato, aunque sea sólo en unas condiciones muy concretas y extremas, significa, que dependiendo de quién y cuándo lo haga, matar y torturar está bien. Moralmente bien.
Sinceramente, yo no querría vivir en un país (no diré planeta porque me tendría que ir buscando un pisito en Marte) que considere que el asesinato y la turtura son algo bueno, por mucho que dependa de la situación. En primer lugar, con esto te cargas cualquier argumento que quieras presentar en contra de un asesino porque, coño, tú haces lo mismo del lado de la ley. Y después, ¿cómo diablos estableces cuáles son esas condiciones aceptables? Porque es muy posible que eso sea lo que realmente impide que se aplique (en más lugares) esto. Al fin y al cabo la filosofía lleva siglos intentando decidir cómo distinguir entre Bueno y Malo, no es suficiente con dejarlo en manos de Papá Noel.

¿En base a qué condenas a una persona? ¿Cómo decides que ha agotado su derecho a la vida?
¿Te atienes a lo que te dicte la conciencia o la moral? Porque amigo, a parte de que de momento es algo muy subjetivo y personal, te están diciendo que está bien cargarse a otro ser humano, yo no me fiaría de ellas. ¿O acaso a una cuestión histórico-cultural? Al fin y al cabo lo que se considera delictivo en unas culturas o países no lo es en otras. Así que, a qué cultura eliges, ¿a la tuya? ¿Tú tienes el verdadero conocimiento sobre el Bien y el Mal y eres el único que realmente puede distinguirlos? Más vale que sea así si te vas a regalar potestad para matar a una persona en base a ello.
Si no es así, ¿haces un batiburrillo multicultural de delitos con los que menos gusten? Bien, entonces habría que meter en la lista negra a asesinos y terroristas no caen bien cuando se meten con uno (si lo hacen con otros tiene menos importancia o incluso resultan simpáticos, oye), así que también habrá que meterlos en la lista de "malos interculturales".... Los violadores casi que no, porque hay muchos sitios en los que no se ve mucho mal en su actuación, así que pasamos y en su lugar valoramos meter a las mujeres, que en el fondo tienen la culpa. Los homosexuales también van al saco, que esos "volteaditos" son muy culpables y malignos para mucha gente.
Oh, ¿que esta lista castiga cosas que tú no juzgas delictivas o malas? Lo siento, le has otorgado la capacidad de decidir a la mayoría, no a la razón o la moral.


Sé que me dejo muchos hilos sueltos, pero en cualquier caso, mi conclusión será la misma. La Justicia y la sociedad no deberían bajo ningún concepto, validar asesinato (ni de delincuentes ni de nadie), ni tortura. Tú como individuo puedes coger un cuchillo y matar al asesino de tu hermano alegando que es "lo justo". Después se te podrá condenar con mayor o menor dureza, pero no debríamos tacharlo nunca de acto moralmente bueno. En ese momento, entraríamos en una situación muy espinosa, y por qué no decirlo, ligeramente aterradora.