28/9/10

Jai Guru Deva Om

Words are flying out like
endless rain into a paper cup
They slither while they pass
They slip away across the universe
Pools of sorrow waves of joy
are drifting thorough my open mind
Possessing and caressing me

Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world

Images of broken light which
dance before me like a million eyes
That call me on and on across the universe
Thoughts meander like a
restless wind inside a letter box
they tumble blindly as
they make their way across the universe

Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world

Sounds of laughter shades of life
are ringing through my open ears
exciting and inviting me
Limitless undying love which
shines around me like a million suns
It calls me on and on across the universe

Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Jai guru deva
Jai guru deva
Jai guru deva
Jai guru deva
Jai guru deva
Jai guru deva


Una gran canción y un gran grupo. Tal vez no suene como el resto de grupos que escucho (lo sé, de Iced Earth a esto hay todo un mundo). Sin embargo, esta es la música con la que he crecido, la música que siempre me ha gustado y hoy en día, una veces más, otras menos, me sigue gustando mucho, muchísimo.
Cierto es que los Beatles de "she loves you yeah, yeah, yeah" (como decía el gran dios Nacho) no me convencen mucho y terminan cansándome en seguida, pero este grupo de jovenzuelos tiene canciones mucho mejores (desde mi punto de vista, of course) y desde luego, mucho más originales. Desde Yellow Submarine hasta Blackbird, pasando por melodías como la de Michelle, The fool on the hill o For no one (para mi, la mejor junto a Blackbird).

El caso es que este grupo, y esta canción en especial, vuelven a perseguirme desde la pasada Noche en blanco. Empezamos la noche escuchando unas fantabulosas, y no tan fantabulosas, versiones betlelianas (¿podré inventar una palabra así de retorcida?) y sin darme cuenta, ahi estaban otra vez, enganchándome como si nunca me hubiesen dejado.

A pesar de lo extraño que resultó escuchar la versión flamenquita de Yesterday y sufrir la cruel tortura de esa maléfica versión de Across the universe de la mano de Blue Child (este es el momento de sacar las Death Notes, amigos), fue una noche maravillosa.
Desde ese momento hasta el final, disfruté de lo lindo. Ya fuese buscando chocolate sin churros, perdiendo dedos a causa de la congelación o mirando no salir el sol desde el templo de Debod, estuvo genial.

Así que, aunque algo tardía, tocaba ectualización sobre una noche de fiesta y música. Desde entonces, Lennon vuelve a acosarme; espero que te sientas responsable, Nacho.

26/9/10

Belleza natural

Hay todo un mundo microscópico, nanoscópico incluso, que somos incapaces de ver o percibir de manera natural. Y sin embargo ahí está.

Porque la belleza de la naturaleza no está solo en un bosque, un cielo despejado, una montaña helada o un desierto. Existe también una belleza microscópica, diferente a cualquier cosa que podamos ver a diario.
Algunas imágenes parecen pintadas a brochazos, otras, diseñadas por ordenador o sacadas de algún videojuego; alguna, incluso parece sacada de un sueño. Y todo está ahí, al alcance de nuestra mano, de mi mano. Me encanta.

Todas las imágenes a continuación, a no ser que diga otra cosa, están tomadas por microscopía electrónica de barrido (MEB) y han sido coloreadas para aumentar el contraste y hacer más fácil distinguir cada elemento. ¡Disfrutadlas!

Compuesto gelatina-apatita que crece en el esmalte dental. ¿Os recuerda en algo a la superficie de vuestros dientes?


Barita (sulfato de bario), que parece tener vida propia.

Imagen tomada por microscopía de luz polarizada de Emulgin B2, una sustancia empleada en productos de limpieza. ¿No se parece un poco a una vidriera?

Imagen tomada por microscopía de luz polarizada de cristales de alantoína. Si no supieráis lo que es, ¿no podríais pensar que es un cuadro? Yo veo pétalos de flores.

Imagen tomada por microscopía electrónica de transmisión del virus que provoca SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), una enfermedad pulmorar relativamente reciente. Las partículas del virus (en rojo) están infectando las células y sin embargo, parece un halo de energía a su alrededor.

Campylobacter jejuni, una bacteria que provoca infecciones gastrointestinales en humanos.

VIH (en verde) sobre la superficei de un linfocito, ¿os lo imaginábais así?

Sangre. Glóbulos rojos, característicos por su forma, culpables del color carmesí que nos llena. ¿No parecen caramelos de fresa?

Cuando el líquido deja de fluir, tenemos un coágulo de sangre.




Pero si esto os sabe a poco, también puedo ofreceros porno microscópico, pero cuidado, os advierto que no deja nada a la imaginación...







Distintas imágenes de alegres e hiperactivos espermatozoides intentando fecundar un óvulo. No encontraréis nada más explícito que esto.

23/9/10

Grey life

Coincidiendo con la muerte de Sigmund Freud, hoy 23 de septiembre, se celebra el DÍA DE LA BISEXUALIDAD. Un día en que no hay grandes desfiles, un día que no se anuncia a bombo y platillo por toda la red o en telediarios. Un día bastante modesto comparado con otros, para qué engañarnos.

Y a pesar de todo, es un día importante, muy importante. Porque aun cuando la homosexualidad empieza a formar parte de nuestra sociedad de una forma natural, la bisexualidad permanece rezagada. Aunque no las veamos, existen banderas que no son arcoiris.

No es raro escuchar de vez en cuando "ese no es bisexual, solo es un gay que no quiere aceptarlo" o expresiones similares. Pues bien, ya es hora de terminar con tópicos como este, porque la bisexualidad no es confusión, no es una tontería transitoria, no es miedo a aceptar la homosexualidad. Es, sencillamente, otra forma más de querer.

Basta ya de dividirlo todo en blancos y negros. Existe una infinidad de tonalidades grises que hacen el mundo mucho más interesante y complejo. La vida y el ser humano no son cosas sencillas que se puedan dividir en dos categorías; por un lado lo bueno y por otro lo malo; por un lado los chicos y por otro las chicas.

Así que aprovechando el día de hoy, os animo a tirar abajo esas barreras, a destruir los tópicos que todavía noss atan, y empezar a ver la vida en una escala de grises. Porque el gris también puede ser un color hermoso.

19/9/10

El principio del fin


A pesar de toda la resistencia que he ofrecido, el curso ha vuelto ha empezar y yo vuelvo a vivir cargada con todo lo necesario para mantener el ritmo. El saber ocupa lugar, un preciado lugar y cada vez que miro las pilas de libros, soy dolorosamente consciente de ello.

Tengo libros nuevos, pesados libros nuevos y una agenda muy cuca que me han regalado, así que en teoría estoy preparada para eso de "la vuelta al cole", pero la verdad es que este año empiezo sin muchas ganas; estoy ya sin fuerzas antes de empezar.

Solo me atrae el temario de biología, o más bien, el final del temario, usease los temas de microbiología, genética e inmunología, que están después de toda la bioquímica y citología (18 laaaaargos temas). Casi quinientas páginas de conocimiento.
Química y CTM pueden ser interesantes, sobretodo química, porque CTM tiene una horrible y maléfica parte de geología y otra de nubes que me espantan un poco. Las demás asignaturas simplemente están.

Por otro lado, este ha sido un buen verano y me da pena dejarlo atrás, pero también tengo ganas de que llueva un poco y volver a sacar la chupa del armario, asi que no me quejo por la ausencia de sol que implica el curso. Tal vez sí voy a extrañar el tiempo libre... o mejor dicho, el tiempo de poder decidir y elegir qué hacer en cada momento con calma y total libertad.
Sin ninguna duda, voy a extrañar eso de quedarme todos los días hasta las cinco de la mañana ya fuese posteando en el foro, leyendo, viendo Lost o simplemente mirando al infinito. No es que me apasione especialmente eso de levantarme a las tantas, en realidad tengo la sensación de haber perdido gran parte del día y me da un poco de rabia, pero ODIO madrugar. Lo odio con todas mis fuerzas.
Sobretodo porque mantendré mi política de trasnochar siempre que no me desmaye en algún rincón y, aunque normalice un poco la hora de cerrar, seguiré negándome a acostarme a las diez de la noche. Es simplemente una imposibilidad física dormir a esa hora, lo dice una que lo ha intentado alguna que otra vez.

Pero sacar los jerseys, levantarme antes que el astro rey y correr el riesgo de morir sepultada por algún libro es algo que ocurre todos los años. Y a pesar de ello, todos los años los he llevado con relativa alegría, con ganas incluso.
Este es distinto. Y no es porque tengamos un jodido montón de cosas que aprender en menos tiempo que nunca, menos horas de clase o un maravilloso viaje de fin de curso a Egipto. El problema es una cosa llamada PAU.

Llevo dos días de clase. Dos días en los que he tenido la oportunidad de conocer a todos mis profesores, que a excepción de Historia, Filosofía y Lengua son los mismos del año pasado. Dos días de reencuentro con los compañeros, intercambiar experiencias, risas y recuerdos. Dos días para ir asumiendo que esto ya ha empezado.
Y sí, dos jodidos días en los que he escuchado la palabra PAU cerca de trescientas veces. Según cruzamos la puerta de la clase, toda conversación posible empieza a girar en torno al mismo tema de una manera que raya lo enfermizo. En este momento respiro, como, vomito, excreto y sudo PAU por todos los poros de mi piel. Y solo llevo dos días.
Realmente no quiero saber cómo van a ser los demás, ya estoy cansada de darle tantas vueltas al tema.

Sé que quizás yo me agobio un poco con este tema porque quiero entrar en medicina y necesito mucho trabajo y algo de ayuda divina (¡Nacho, no me abandones!) para conseguirlo, pero puedo aseguraros que incluso la persona más pasota que podáis echaros a la cara, podría tener un ataque de nervios en este ambiente.
No importa que racionalmente no te preocupe el tema, que sepas que es una prueba para tontos comparada con la dureza de la Selectividad anterior (o así lo venden), que lo tengamos mucho más fácil por poder elegir, que quede mucho tiempo o que sepas que no vas a usar cada minuto de tu tiempo en estudiar y trabajar. Da igual todo, en este momento estoy bastante saturada con el tema y a pesar de ello, ligeramente agobiada.

Así que puedo aseguraros que estoy deseando poder olvidarme de este maldito curso y de esa maldita prueba de acceso que aparentemente condicionará el resto de mi vida. ¡Horror!

9/9/10

La historia del pequeño perrigato.... y Summer

Esta historia empieza con un abandono. Mejor dicho, una fuga con abandono, si es que eso es posible.

Este invierno pasado, entre nevada y diluvio, en mitad del frío, cada vez que salíamos a la calle nos topábamos con un pequeño perrillo negro, juguetón y nervioso que vagaba por la calle. Cuando sacábamos a los perros (por aquel entonces, sólo Rócky y Mandala) se nos unía, persiguiendo al pequeño y retando a la grande a seguirla. Para Navidades ya habíamos descubierto que su nombre era Lluvia y todos los vecinos la habíamos dado de comer o la habíamos acogido en casa al menos una vez.


Las primeras veces que Lluvia nos siguió a casa, llamamos al teléfono de sus dueños, grabado en la placa que colgaba de su collar y ellos vinieron a recogerla. Fueron des veces. La tercera vez que vino a casa, su collar había desaparecido.
La siguiente, volvía a tener collar y placa, pero cuando llamamos a sus dueños, que también tienen casa en la urbanización y vienen algún que otro fin de semana, nos mandaron a tomar viento y nos exigieron que dejásemos a la perra en la calle de una vez y no volviésemos a molestarles.

A partir de ese momento, Lluvia empezó a formar parte de nuestra pequeña jauría. Pasaba todas las noches en casa, comía con Mandala y Rocky, paseaba con nosotros. Abríamos la puerta y no hacía ni siquiera intención de marcharse, a gusto entre nosotros.
Desde entonces está en casa y sus ex-dueños han terminado por cedernos sus papeles, porque lo que es ella, ya había tomado hace tiempo la decisión de vivir con nosotros.


Ahora, Lluvia duerme todas las noches conmigo, muerde a Rocky y le quita la pelota, se come los cojines y cada vez que me siento en mi escritorio se sube a las piernas para descansar en mi regazo. Oh, y persigue a los gatos. Persigue a todos los malditos gatos de la zona y para ello trepa a los árboles, se encarama a las verjas y se escurre en cualquier agujero, como si fuese un pequeño minino. Yo estoy convencida de que en su familia ha habido algún cruce extraño en algún momento, y posee algún genecillo travieso de gato. Es una peleona empedernida y se encara a todo bicho viviente que se le cruce, aunque luego todo quede en unos ruidosos ladridos.
Pero para compensar el horror para los tímpanos que es salir con ella a la calle, es un bichito pequeño y mimoso que en seguida se restriega contra tus piernas (cosa del gen gatuno, sin duda), se tumba para que la acaricies y te mira con cara de pena, pidiendo amor.


La siguiente en unirse a la jauría fue Summer. Unos amigos con ansias de viajar han decidido marcharse a Australia, dejando a una precisa perra tras de sí. Una perra que se ha venido a vivir con nosotros.
Al principio parecía tímida y tristona, no salía de debajo del coche ni aunque la tentases con comida y no pisaba el interior de la casa por nada.
Ahora que ha cogido algo más de confianza nos sigue a todas partes, ladra entusiasmada cada vez que ve las correas para salir a pasear y se ha convertido en una versión grande de Lluvia. Tan nerviosa, curiosa y peleona como ella, aunque un poco menos mimosa. A Summer, sin embargo, le encanta levantarse a dos patas y lamerte la cara, las orejas y lo que pille.


Ha llegado hace poco, pero de momento, tiene a Lluvia bajo su cuidado, y ambas se van juntas de expedición en todos los paseos, mientras que Mandala y Rocky trotan tranquilamente junto a nosotros.
Es una verdadera paliza pasear a cuatro perros, darles amor y jugar con ellos, pero el cariño que recibimos a cambio, lo compensa todo sin ningún problema. Porque desayunar con todos a tu alrededor, pidiendo una caricia o estudiar con el peso reconfortante de Lluvia en mi regazo y el calor de Rocky en mis pies, es realmente genial, os lo aseguro.

7/9/10

Quien lo probó lo sabe


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor: quien lo probó lo sabe.

LOPE DE VEGA

5/9/10

Si solo pasase en verano...

No deja de sorprenderme la capacidad que tiene el ser humano de maltratar a otros seres. Podemos dar cantidades ingentes de cariño, amor, ternura y atención; pero nuesra indiferencia y desprecio, nuestra crueldad, no tienen límites.

Soy incapaz de creer que alguien pueda matar a un animal que le mira expectante y se acerca tímidamente a él.
Cuando nicholina me contaba que su vecina la había animado a matar a los gatitos de apenas unos meses que han encontrado refugio en su parcela este verano, sencillamente, no me lo podía creer. Algunos de los gatitos ni siquiera tienen pelaje todavía, conservan esa suave pelusilla con la que nacieron, y todos tienen unos enormes ojos brillantes, desproporcionados con el resto de su enclenque cuerpecito, que inspiran una ternura infinita. Son unos gatitos que han aprendido a refugiarse de la lluvia en el porche de nicholina y a acudir fielmente a su puerta todos los días, esperando algo para comer.




Al principio del verano acababan de nacer, eran pequeños y huesudos, huidizos y algo ariscos. Ahora, que acabo de pasar unos días con mi amiga, son unos gatitos que se acercan a ti y ronronean cuando juegas con ellos, maullan desconsolados cuando cierras la puerta por las noche dejándoles a ellos fuera y comen de tu mano sin temor. Todos ellos tienen un nombre.
Jack es el más confiado, el que se restriega contra tus piernas sin temor; Shiva la más desconfiada, que no se acerca nada más que para comer. Dos Caras tiene una graciosa mancha blanca en la cara que parece una máscara; Pelusa es el más pequeñito, el último en nacer, el que se acurruca en cualquier rincón;... Y así podemos seguir hasta nueve, porque el décimo ya ha muerto. La madre se llama Princesa y el padre Rayo. ¿Veis? Son una pequeña familia como otra cualquiera.

Y lo único que me duele al pensar en ellos es que, después de estos meses de juegos y buena alimentación, cuando nicholina vuelva a Madrid, quedarán a merced de una mujer que es capaz de decir con alegría "si les cortas el cuello y los echas al contenedor nadie se va a enterar".


Tampoco puedo entender cómo se puede abandonar a su suerte a un animal con el que se ha vivido un día tras otro y que acude a tí buscando cariño. Pero hay gente que lo hace, MUCHA gente. Sin duda, demasiada gente.... Sí, incluso una sola persona sería demasiada.

En verano cientos de personas abandonan a sus animales por la sencilla razón de que son un engorro para viajar. Animales que mueren atropellados y abandonados; animales por los que, muchas de las veces, se ha pagado una verdadera millonada. Ahora estas palabras las tenemos todavía recientes, durante el verano hay muchas, o al menos alguna, campaña contra el abandono animal; pero aunque solo nos acordemos cuando estamos de vacaciones, no es un fenómeno veraniego. Ojalá lo fuera.

Hace un par de semanas encontramos, mientras paseábamos con los perrilllos, un precioso Alaska abandonado en mitad del campo. Nos acompañó hasta casa y se negaba a marcharse con la gente de la perrera. Lluvia, ahora una alegre perrita que vive en mi casa, se ha pasado todo el invierno vagando por las calles, y todos mis vecinos la han dado de comer o la han acogido en su casa al menos una vez.

No tiene sentido, de verdad lo digo. Seguramente no todos tengan un familiar o un amigo con el que dajar a los animales unas semanas o unos meses, y sin duda, muchos no podrán permitirse dejarlos en un hotel para mascotas. Pero lo que tampoco dudo, es que todo el mundo puede contactar con alguna asociación o centro de acogida donde vayan a estar cuidados y más seguros que en mitad de la carretera. Hay muchas, unas más conocidas que otras, pero todas mucho mejores que una gasolinera. Sin salir de Madrid, podéis encontrar, por ejemplo, el CIAAM o El Refugio.


Dos de mis perros, Rocky y Summer, están en casa porque distintos amigos se ha ido a vivir fuera de España y necesitaban un nuevo hogar. Mandala llegó desde El Refugio y Lluvia viene directamente de la calle. Siempre hay alguna opción y yo puedo aseguraros que jamás, jamás, les dejaría de lado. Sencillamente no podría.


Y aunque esta entrada tenía intención de ser una presentación bloguera de mis nuevas niñas, Lluvia y Summer, creo que me he extendido suficiente por hoy.
¡Hasta la próxima entrada perruna!





[EDIT] Cambio un par de imágenes y el nombre de la gata para que nicholina no me linche, ahora sí que son de sus gatitos y las fotos son mucho más mosnosas que las que había xD [/EDIT]