31/8/09

Cambio de Aires


Últimamente, y como suele ser habitual en verano, me está costando bastante actualizar. No porque quiera hacer algo genial ni nada parecido, simplemente mi pequeña neurona entra en coma y decide no funcionar.
Por otro lado, estos meses han sido muy, muy tranquilos y me han dejado un poco apagada. A pesar de que intentaba encontrar algún tema interesante sobre el que hablar no era capaz de arrancar más que un par de frases vacías. No, ni siquiera un post sobre mis hombretones (recomendación de Mew y un claro intento por revivirme) conseguía salir a la luz.
Y es que, mientras unas se van de viaje al extranjero y otras de vacaciones con el novio (envidia cochina me dais >.<), yo me he dedicado a hacer mudanza y mirar pasar las nubes. Puede que parezca extraño, pero a pesar de llevar ya casi año y medio viviendo en mitad del campo, en el pequeño pisito de Madrid todavía estaban todos nuestros recuerdos. Nunca pensé que me costaría tanto deshacerme de algunas cosas, pero a la hora de la verdad, he de admitir que yo también soy una romántica y me gustaría poder conservarlo todo, porque prácticamente todo despierta recuerdos. Sobretodo los libros. Sí, quizás puede sonar extraño pero hay un montón de libros de cuando era pequeñita, de esos de las series de colores del Barco de Vapor que me dolía dejar de lado.

La bruja, el mago y el gato
fue el primer libro de brujas que leí, todavía recuerdo la historia y la ilusión de leerlo. Era un libro lleno de dibujos, de esos que apenas tienen un par de frses acompañando las ilustraciones, con una letra gigantesca y palabras bonitas. En esa época descubrí en el videoclub del barrio Nicky, aprendiz de bruja (Majo no Takkyubin, de Hayao Miyazaki para los entendidos). Yo no tenía ni idea de que la película era obra de un genio al que años después admiraría conscientemente, pero claro, el daño ya estaba hecho. Y así, entre brujas y dibujos, he salido como he salido.

El caso es que entre unas cosas y otras, me estaba dedicando a trasladar mierda y recuerdos de un sitio a otro y al ver que mi gigantesca habitación empezaba a quedarse pequeña, me he visto obligada a desprenderme de muchas cosas.
No podéis ni maginar la de pilas de libros que esperan trasladarse a una biblioteca... Ni tampoco las que por razones sentimentales se han visto trasladadas al garaje. Nunca imaginé que en tan poco tiempo se pudiese acumular tal cantidad de papel en un mismo sitio, porque el piso de Madrid era bastante normalillo, nada de grandes lujos, así que no me explico cómo pudimos encontrar espacio suficiente para guardarlo todo y poder entrar.

Al fín (que no mi amigo Alfin xD), tras dos meses de mudanza y trasiego, parece que por fin terminamos de asentarnos en Galapagar, cosa que no termina de gustarme.

Por un lado estoy encantada con la casa y los perros, pero por otro, yo siempre me he considerado una chica de ciudad. Me gusta poder salir de casa a dar una vuelta y encontrar gente, bullicio, vida,... algo que hacer. Me gusta poder quedar y no tener que estar preocupándome por la hora, el cercanías y que me vengan a buscar a la estación. Y es que viviendo aquí tengo una constante sensación de dependencia que no me gusta nada.
Pero nunca llueve a gusto de todos, ¿no? Y después de todo aquí siempre tengo espacio para expandirme y montar cosplays ^w^

Además, ahora que termina el verano y llega el momento de encarar el nuevo curso, empiezo a espabilarme y salir del estado de hibernación que me ha acompañado casi desde que terminaron las clases. Y en este momento, con todas mis cosas a mano y todas las nuevas puertas que se abren ante mí, creo que el traslado no está tan mal.
De alguna forma es otra manera más de romper con ese "yo " que se va quedando atrás y no quiero arrastrar conmigo. No quiero borrar nada de lo que he vivido hasta ahora, pero de pronto me encuentro con que empiezo algo (¡todo!) nuevo y no me parece buena idea hacerlo con la mirada vuelta hacia atrás.

Así que, al despertar, me encuentro con que estoy contenta. Tenía muchas ganas de cambiar de aires, conocer gente nueva y sentir que avanzo, que estoy creciendo de verdad. No me quejo, no. No tengo de qué quejarme.

En un par de semanas me espera el primer día de clase, algo que, si soy sincera, me aterra un pocquito. No por el qué me pondré (no entiendo ese miedo que tienen todas u.u) sino porque voy a adentrarme en un territorio completamente desconocido, a la caza de mis sueños y toda esa gente maravillosa que me espera en el camino.
Y para empezar con buen pie, ¿qué mejor que un viaje? Así es señores, ustedes se han ido de pingoneo estos meses a lugares estupendos, no lo dudo, pero yo me voy a ir cuatro días a Italia. ¿Que yo tenía envidia? Nada de eso, Venecia y Florencia están esperándome. A mí y a mi madre. No necesito nada más. No quiero nada más.




PD: Antes de que se me olvide, os presento la otra razón de ser de este post: ROCKY.
Lleva con nosotros todo el verano, pero entre unas cosas y otras se me había olvidado hacerlo oficial. Es un enano que se pasa el día llorando y durmiendo a los pies de alguien, pero es graciosísimo. Y te trae la pelota para que se la tires ^^





PDII: La imagen de la cabecera está ahí... pues porque sí. Me la he encontrado en deviantart y me ha encantado. Por cierto, es de alejka.

17/8/09

Regresando


Acabo de volver de mis vacaciones y ya estoy aqui sentada, dejando constancia de ello. En realidad no me corre ninguna prisa, es más, incluso me ha costado plantar el culo en la silla y los dedos en el teclado. Después de pasar un semana en un pueblo de verdad, de esos en los que te encuentras a los caballos por la calle, las cabras son tus vecinas y los lugareños te miran con malos ojos por ir de negro... o por el simple hecho de ser de fuera.

Tal vez no me hayan ido a secuestrar en el lugar más acogedor del mundo, tal vez haya tenido ganas de agarrar algunos pelos a lo largo de esta semana, tal vez haya querido tener a mano mi kit antiestrés en algún momento... Pero a pesar de todo me lo he pasado bien. Muy bien.

Un buen resumen de esta semana sería piscina, risas y cartas, muchísimas cartas. He jugado a Culo, al Chinchón, al Cinquillo, al Tute,... Incluso a un juego extraño de preguntas que se inventó una de las chicas el último día...
¿Y por qué lo digo? Porque, verano tras verano, las cartas entran en mi vida. No las toco para nada el resto del año, pero para mí, verano, sol y cartas son de la misma familia.

Y aquí termina el post sobre Navas, de momento es todo lo que soy capaz de procesar, cuando recupere el ritmo de mi cueva escribiré algo bonito.
Ahora me voy a currar como una loca, que tengo un porrón de correos, un millón de entradas que leer y una armadura que fabricar (ya tengo las piezas en goma EVA ^w^). Algún día, si llego a terminarla y no se cae a pedazos, subiré un making-off con foticos y esas cosas waxis... Algún día.

De momento,
bExotesss y pasadlo bien en vacaciones!!

7/8/09

Primer encuentro




¡¡ATENCIÓN!!


¡¡ESTE FIC ES UN GRANDÍSIMO SPOILER QUE ME REPORTARÁ VUESTRO ODIO ETERNO SI NO HABÉIS LEÍDO EL SÉPTIMO LIBRO DE HARRY POTTER!!
POR MI BIEN Y EL VUESTRO, NO SIGÁIS LEYENDO.











Severus Snape nunca sonreía. Severus Snape no tenía sentimientos. Él podía leer aquello cada día en las caras desconfiadas de sus alumnos, pero en aquel momento cualquiera hubiera jurado que una leve sonrisa soñadora se dibujaba en su rostro. Y es que, después de todo, Severus Snape también era humano.

Abrumado por los recuerdos, se había abandonado a una época mejor. No era un hombre que se dejase llevar tan facilmente, su pasado solía ser poco más que una oscura mancha que le perseguía y le ahogaba. Pero en aquel momento era distinto. De pronto, una sensación olvidada, casi desconocida para él, le provocó el deseo de recordar. El pasado era hermoso. Y la culpa la tenían un par de ojos verdes. Un par de ojos verdes que le miraban expectantes tras uno de los pupitres.
Al entrar en el frío calabozo su corazón se había detenido durante un segundo. Lily, la dulce Lily volvía a aparecer ante él. Sin embargo, esta vez Lily era mucho más real, mucho más sólida de lo que habituaba a parecer. Y tenía el pelo negro. Desordenado cabello azabache que ocultaba una fea cicatriz en su frente. No, definitivamente no era Lily... Era su hijo.

Le observó con atención mientras empezaba a pasar lista. Los alumnos iban respondiendo tímidamente cuando los nombraba, pero él no prestaba mucha atención. Aquel chico, el culpable de que el dolor que conllevaba recordar volviese a ahogar su corazón, le miraba con altanería. Sentado en el claustrofóbico y húmedo calabozo, el chico debería haber temblado, debería haber deseado volverse pequeño e invisible para poder huir de la fría y analizadora mirada del profesor. Pero el chico seguía sin callarse, parloteando y mirándole con desafío y desparpajo.

Y Snape lo comprendió. Lo comprendió y se sintió ultrajado. Una vez más se habían burlado de él. Porque el que le miraba desde el pupitre, provocándole, hiriéndole, era Potter. James Potter le miraba oculto tras los ojos de Lily, que habían perdido su ternura para adoptar esa odiosa expresión de suficiencia propia del buscador.
Leyó el siguiente nombre de la lista y sus labios se negaron a pronunciarlo. Pero Severus Snape no tenía sentimientos, se recordó. Así debía ser si quería sobrevivir. Si quería conservar la fuerza para cumplir su misión.

—Ah, sí —murmuró—. Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad.

Supo que cada vez que tuviera que mirarle, James aparecería ante sus ojos. Y se prometió venganza, sin piedad, sin pensar que aquel no era realmente el hombre al que odiaba, porque, maldito fuera el destino, él también era humano.
Supo que Lily ya no desaparecería de sus sueños. Y se prometió que protegería a aquel muchacho al que ya aborrecía. Aunque le costase la vida y la cordura, lo haría. Por sí mismo. Por Lily. Porque se lo debía.








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Los personajes y la trama original pertenecen única y exclusivamente a J. K. Rowling. Yo tan solo muevo los hilos esta vez.

Image by uniqueLegend



Este es el primer FanFic que escribo. Sí, la verdad es que me he sorprendido bastante al darme cuenta de ello, pero nunca había llegado a escribir nada sobre alguno de los personajes que adoro. La verdad es que me siento un poco incómoda manejando las personalidades que han creado otras personas, me da miedo alterarlas (algo que hago incluso con mis propios PJs), porque es algo que me fastidia muchísimo en los fics que leo. No soporto ver a uno de mis héroes transformarse en un monstruo ante mis propios ojos u.u y no quiero ser la causante de uno de esos desastres. Creo que por eso no me había atrevido a escribir un fic nunca.

Sin embargo, tras ver el Príncipe Mestizo se me revolvió algo... quería escribir sobre Snape (sí, lo sé, esto amenaza con convertirse en una nueva obsesión ^^). Siempre me he preguntado que sentiría al ver a Harry. ¿Se le revolvería todo por dentro? ¿Querría estrangularle? ¿Dar una patada a Dumbledore? Esto me llevó al primer libro, al primer encuentro con Harry en la clase de Pociones... y este ha sido el resultado.

Es un one shot, lo más cortito posible para evitar adulterar mucho a Snape. Definitivamente no quería borrarle la personalidad, aunque no sé si lo habré conseguido. Por eso cogí una escena sacada del libro e intenté adaptarme, darle forma desde el punto de vista de Snape. Incluso mantuve la frase que dice, que lleva el sello de autenticidad Snape... y me encanta ^w^

Os dejo esta entrada, que llevaba preparando unos días, antes de desaparecer del mundo una temporadita, que me voy al pueblo con Susana (sisi, más pueblo que donde vivo, un lugar en el que te despiertan los gallos y se escuchan campechanas voces de alegres desconocidos grtando ¡¡Vaaaaaca!! como si les fuera la vida en ello xD). Así por lo menos os queda buen sabor de boca.


Y para continuar con el tema de hoy (¡obsesión, obsesión!) os dejo también esta viñetilla, de criz. Pinchad en la imagen y hacedla grande para poder verla, como siempre. A mí me gustó mucho.


Porque algunas de las relaciones en las que meten los fans a mi pobre Severus... Uff, yo no querría estar en su lugar u.u

¿Hermione?
¿Narcissa?
¿VOLDEMORT?

¡¿LUCIUS VERSIÓN SADO?!

Puaj, puaj. ¡¿Qué maldito concepto tienen de él?!

2/8/09

Gravitation

El otro día me dejé arrastrar por Elena (sí, ya hacía mucho que no salía por aquí la chica u.u) tienda tras tienda. Tanta música machacona en el mismo día me dejó un poco atontada (odio el Bershka, lo juro, esa música hace verdadero daño T^T), pero milagrosamente, a última hora de la tarde todavía conservaba suficiente autonomía como para cogerla del brazo y arrastrarla hasta la tienda de cómics más cercana.
Así conseguí el último tomo de Gravitation.

Sí, vale, sé que a estas alturas no es una noticia formidable, pero a mí me hizo mucha ilusión tener el tomito entre mis manos, fue como el cierre oficial de la serie (a pesar de que... ehh... ¿se supone? que continua).
Por lo tanto, y como el enganche ha sido tan obsesivo, creo que me toca hacer un post al respecto. No quiero hacer un resumen de todo estilo Wikipedia, ya sabéis que esto no funciona así. Me limitaré a soltar una sarta de chifladuras, histerismos y desvaríos varios sobre el tema.
Sí, sé que es lo que hago siempre, pero previniendo posibles quejas, yo lo aviso. Después de todo, esto no es un blog de reseñas si no uno... bueno, es mi blog. Así que, siguiendo la filosofía de GTFOff de "el gato es mío y me lo follo cuando quiero", desvariaré todo lo que me dé la gana, ale.

Para empezar, Shuichi Shindou es mosnísimo y Yuki Eiri me tira un montón. K masmola mucho, que para eso es el tipo chiflado con pistola. Y Touma... Bueno, Touma simplemente me cae mal. ¿Por qué? Porque está detrás de Eiri pero no lo admite abiertamente (hombres casados, ya se sabe xD) así que se mete en la relación de mis dos niños cada dos por tres.
Rage también me cae bien y estoy convencida de que tiene algún rollo raro con Kitazawa... si, la chica diabólica que se vuelve invisible ^^

Y sobre la historia en general, la verdad es que no sé que decir. Al principio me enganchó como Shonen-Ai, con ese quiero y no puedo entre Yuki y Shuichi, con Bad Luck intentando debutar y su cantante saliendo del armario,... Me reía un montón, sí, pero el tema central era la relación y cada tropiezo que encontraban los pobres chicos para arrejuntarse un poquito. Después, de pronto, cuando empieza a normalizarse la relación (más o menos con la llegada de Rage y el viaje a NY, creo) todo pierde sentido. Pandas gigantes, bombas, fantasmas del pasado, competiciones absurdas, secuestros, acosos,... Y la relación Shuichi-Yuki parece pasar a un segundo plano (se pierde toda la chicha del principio >.<), aunque sin dejar de ser el hilo conductor.

¿Mi opinión? Que Murakami se enganchó a algo muy malo y en esa segunda parte de la historia, antes de coger el lápiz se metía un buena dosis. Porque, en serio lo digo, había algunas cosas con las que yo no sabía muy bien si reír o salir corriendo.
¿Sakuma acosando a Shindou? ¿Rage persiguiendo en un oso panda a Shuichi por NY? ¿Yuki tierno y empalagoso? ¿Fantasmas del pasado travestidos? Desde luego, me he reído como nunca y he disfrutado a más no poder. Fuera de que sea Shonen-ai o no, de que sea empalagosete o no, de que tenga algún sentido o no,... Me lo he pasado genial con esta serie.

Así que ya sabéis, seguid el consejo de Niwa y K:


Leed mucho, soñad todo lo posible y de vez en cuando, olvidad todas las leyes de la lógica y la Naturaleza, porque, aunque sea en nuestra cabeza, los osos panda también pueden convertirse en Godzilla.





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Image 1 by Valval
Image 2 by Szayel-sama