The Half-Blood Prince

Antes de empezar, la advertencia habitual:

EN ESTE TEXTO APARECERÁN, QUIZÁS Y MUY POSIBLEMENTE, HORRIBLES SPOILERS QUE JAMÁS ME PERDONARÉIS SI NO HABÉIS LEIDO LOS SIETE LIBROS Y VISTO LA ÚLTIMA PELÍCULA. POR MI SALUD Y POR LA VUESTRA, DETENÉOS AQUÍ.



Ayer finalmente logré ir al cine a ver una película que tenía ganas de ver. Es extraño pero llevo una larga temporada en la que película de la que me encapricho, película que me pierdo. Un pena.

El caso es que me metí en el cine con unas expectativas mínimas y en general salí bastante satisfecha.
La voz de doblaje de Hermione ha mejorado mucho respecto a las anteriores películas, en las que sonaba demasiado chillona y estúpida incluso para ser ella. El personaje de Draco estaba más conseguido, parecía menos secundario, y con un poco de imaginación podías hacerte una idea del conflicto interior del pobre chico. Las contadas apariciones de Luna Lovegood son maravillosas, como siempre (esa chica me encanta ^^). Los constantes planos del anillo y la varita de Dumbledore son un buen guiño al séptimo libro. Se ajusta bastante a la historia... bueno, al menos no se inventan cosas importantes o muy numerosas. Y los efectos especiales me gustaron mucho, muy llamativos y espectaculares; sobretodo me enamoró la escena de la cueva, cuando Dumbledore se muestra en toda su gloria con esa maravillosa tormenta de fuego.
Aunque lo más importante es que no suprimen toda la estupidez de Harry, porque el chico es idiota y no tiene remedio.

Pero como firme defensora de que este tipo de adaptaciones siempre tienen su punto horripilus y no suelen ser ser cosa buena, también tengo alguna crítica.
Para empezar, si no has leído el libro o tienes cierta idea previa, creo que la historia resulta muy confusa. ¿Para qué vamos a aclarar el tema de los Horrocruxes? Simplemente decimos que son caca y cosa mala y a correr. ¿Para qué vamos a hablar sobre la vida de Voldemort? ¿Para qué vamos a plasmar la agobiante sensación de pánico que viven los magos? ¿Para qué profundizar en los personajes?
Naaaahhh. Mejor hacemos que Harry, Ron y Hermione se hayan convertido en bombas sexuales durante el verano y centramos gran parte de la película en sus amores y desamores. Que estén todos de juerga, a la caza de alguien con quien arrejuntarse, desplazamos todo el rollo de la magia y tener que salvar el mundo a un segundo plano, que vende menos. ¡Carnaza, carnaza! Los espectadores son estúpidos y con un par de besos y algún lío amoroso se les contenta fácilmente.
¿Que el malo maloso, la encarnación del mal, el mismísimo diablo en forma de mago ha resucitado y campa a sus anchas por el mundo acompañado de los despiadados, crueles, sádicos y malvados mortífagos? ¡No psssha ná! ¡Ron tiene novia!

Entiendo que en dos horas y media no se pueda recoger toooodo el libro, pero creo que podrían haberse centrado más en otras cosas. Y además, ya que se ponen con las relaciones, podrían haber metido algo más de Tonks-Lupin y menos adolescentes hormonados.

Porque, cuando nos acercamos al final, de pronto alguien dice ¡HORROCRUX!, Dumbledore arrastra a Harry a una cueva extraña, bebe una cosa negra y Snape se lo carga. Punto. Ya está.
¿Os habéis enterado de qué va la película? Sí, de la relación Lavender-Ron-Hermione y de refilón la de Harry-Ginny (que solo es relación de verdad en la última escena de la película, al final del todo... En ese momento en el que en el libro rompen.... Sí, en ese).


Tiene cosas buenas y cosas malas. Es entretenida y parece que el director se ha leído el libro.
¿El punto fuerte? SNAPE
Por fín presentan a un profesor con el pelo limpio y una vida más allá del papel de moscón cuya única aspiración es mirar mal a Potter. Y esto, amigos míos, es lo que más me satisface de la película.
Porque sí, Snape es un personaje que me ha gustado siempre. En los primeros libros me resultaba indiferente pero poco a poco se le empezó a nombrar más y terminó gustándome mucho. Él y Sirius son mis dos héroes (¿será que me gustan maduritos? xD).
Nunca entendí el odio que despertaba. ¿Por qué? ¿Por ser el jefe de la casa Slythrin? ¿Por no adorar a Harry? ¿Por enseñar Pociones en una cueva?
A mí todo eso me parecía estupendo y me sentaba realmente mal que en las películas siempre llevase aspecto de guarro (si, ese jodido pelo sucio que le ponían me hace mucho daño >.<), como si por enseñar en la mazmorra de Pociones tuviera que ser un tipo que no se lava y de aspecto enfermizo, un inadaptado, completamente antisocial con fascinación por la oscuridad y que odia el mundo... Jodidos clichés... Así que me hizo mucha ilusión verle, poquito pero ahí estaba, guapo (sí, esta vez me pareció que salía muy guapo), saludable e imponente. Adoro la escena del final, durante la huída del castillo, cuando le da una patada en el culo a Harry y le dice Yo soy el Prícipe Mestizo, capullo prepotente... O algo así xD Igual que me encantó el momento del Sectusempra en los baños, no solo porque apalean a Malfoy (aunque sea Harry el que lo hace), me enamoró ver a Snape curarle las heridas ^w^

En resumen, que salí contenta del cine, más por ver a Snape, no sufrir el pito de Hermione y las escenas de estupidez potteriana absoluta que por la película en sí, pero sin ganas de pegar a nadie después de todo.



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Soy Jiraiya y soy de Griffindor

ERES JIRAIYA.

ERES DE GRYFFINDOR.

Yo quería ser Kakashi... y... y no me gusta Gryffindor >.< Demasiados criajos con complejo de héroe... Slytherin mola más. Pero Draco es caca.

Sin embargo lo de hacer los tests es un cachondeo. Por ejemplo, el de Naruto tenía algunas preguntas...


9. ¿Cuál es tu trauma?
Haber nacido diferente o ser tratado o rechazado como diferente. (Tengo a un jodido zorro diabólico en las tripas, sí y qué?!!)
Haber nacido en unas circunstancias distintas a las que hubieras deseado.
Pasó algo que te marcó de por vida, y no hiciste nada o no pudiste hacer nada por evitarlo. (Mi mejor amigo murió ante mis ojos y yo terminé robándole un ojo... pero... es que era mi cumpleaños)
La muerte de mis seres queridos. (¿Estás diciendo que mi hermano masacró a toda la familia? ¿Que yo me he quedado gilipollas desde entonces? Ya lo sabía.)
¡Quien me gusta no me quiere! Aparte de eso nada :p (¡Ohhh, como me ponen los idiotas que pasan de mi cara! ¡Ohhh, como adoro ser idiota! ¡Ohh, qué triste es ser una inútil!)
Que te hayan sido impuestas unas normas muy severas y no puedas hacer nada por apartarte de ellas, aún mereciéndotelo en base a tus aptitudes y tus logros. (Molo mucho más que los de la familia principal pero tengo un dibujo en la frente que me obliga a servir a una criaja inútil... ¿Eso cuenta?)


17. ¿Qué animales de compañía prefieres?
Lo típico: pajaritos o mamíferos de compañía. (Como perritos ninja a los que invoco con técnicas molonas... ¡Pakun, Pakun!)
Reptiles (y si son peligrosos mejor). (Adoro las sepientes grandes y feas... ohh, pero si tengo cara de serpiente contrahecha... ¡¡Llamadme Orochimaru!!)
Peces o anfibios. (Ranas. Adoro las ranas. Grandes, pequeñas, rojas, verdes,... ¿He comentado que viví una temporada entre ranas?)
Los animalitos resbaladizos y viscositos: gusanos de seda, caracoles... (Me gustan los animales VISCOSITOS, ¡¡me gustan las babosas gigantes!!)
No me gusta tener animales en el hogar.
A mí me gustan los bichitos que rondan por mi casa, nunca los mato y les doy de comer. (Y me gusta que me recubran por completo... ¡¡Estoy formando un ejército de minúsculos bichitos asesinos bwojojo!!)

Y el del Sombrero Seleccionador tampoco se quedaba atrás, todas las preguntas son más o menos tipo:

X. ¿Cómo celebrarías haber perdido la Copa de Quidditch?
a) Me iría a un rincón con mis libros. Lo importante es la inteligencia, solo quiero ser más listo que nadie y apoderarme del mundo.
b) Me acercaría alegremente a los vencedores y les invitaría a una cerveza de mantequilla. Soy todo honor y buena voluntad. ¡Queredme! ¡Adoradme!
c) Aprovechando un momento de descuido sacaría los ojos de los vencedores, les descuartizaría y bailaría sobre su cadáver. Yo siempre tengo que quedar por encima, soy de los malos coñe.
d) Dejadme solo. Soy un bicho raro. El mundo me odia. ¡Pero todavía puedo automarguinarme un poco más!


......





...



Sí, así es abnegados lectores, soy una perraca. Estoy rascandome alegremente la barriga, sin traducir, sin limpiar scans, sin repasar kanjis y sobretodo, sin currarme una jodida actualización ^^

No me odiéis, estoy de vacaciones y mis horas de sueño se han visto vilmente reducidas (si, duermo casi menos que durante el curso T^T) por intentar vivir con un horario nocturno mientras me toca pasear a los perros a primera hora para que no se me cuezan por la calle.

Ahí os dejo, vuelvo a mi cueva de nuevo, pero al menos he hecho acto de presencia por aquí, que me da cosilla dejarlo abandonado. ¿Más vale test chorra que nada no?
Si alguno se anima a hacer los test, a ver qué le sale.

¡¡Comentad, vagos!!
Después del trabajo que me ha costado este post... ¬¬

Vicios

Oh, vicios, malditos vicios.
Todo empieza con una pequeña probadita, solo un vistazo para ver de qué va el tema, y cuando te quieres dar cuenta estás completa e irremediablemente enganchada.
De pronto te ves inmersa, abducida a otro mundo del que no puedes salir... del que no quieres salir. De pronto un pequeño vistazo diario no es suficiente, quieres más, necesitas más.
A veces vienen y van. A veces, cuando todo termina lo vas superando lentamente, poco a poco sales de agujero y te das cuenta del enganche que tenías. A veces te das cuenta pero simplemente no te importa, quieres veri, vivir mucho más. Unas pocas, ni siquiera te das cuenta.

Oh, vicios, malditos vicios.
A mí, normalmente me vienen pequeñas obsesiones temporales. Y sí, normalmente me llegan en épocas de mucho estrés y exámenes. Es extraño pero cierto, todo parece preparado de antemano. Según se acerca una semana dura, unos exámenes finales o simplemente se me acumula el trabajo, empiezo a preguntarme cual será mi nueva perdición.
¿Un libro de mil páginas que leer en dos horas?
¿Una serie con veinte temporadas que ver en dos noches?
¿Un manga de tropecientos capítulos con los que ponerme al día en un rato?

Sí, mis vicios pueden parecer poca cosa.
Muchos dirán Bah, eso no es un vicio, no es una droga que te mantenga enganchado, que te encadene y te impida dejarlo, que doblegue tu voluntad y nuble tu mente hasta que no puedes pensar en otra cosa.
Y yo les responderé ¿Lo habéis probado?

Porque al menos sobre mí si tienen ese efecto. Si un libro cae en mis manos sé que no podré cerrarlo hasta llegar al final y que, incluso cuando termine de leer, querré más, mucho más. Sé que si una nueva temporada de alguna serie maravillosa llega hasta mi ordenador, mi culo no se depegará de mi silla hasta ver pasar el último título y que después, tiempo después, seguiré pensando en ella.

Tal vez mis vicios se llamen Canción de Hielo y Fuego, La Espada del Inmortal, Queer as Folk o Kingdom Hearts, pero son tan dañinos como cualquier otro.
¿Y lo mejor de todo ello? Que los sigo amando a todos y cada uno de ellos.

Oh, vicios, malditos vicios... cuánto bien me han hecho.

Chocolate

Aquel día estaba muy nerviosa. En realidad llevaba una larga temporada muy nerviosa. Y por supuesto, tú tenías la culpa. Tú y solo tú eras la razón por la que me sudaban las manos, por la que no era capaz de concentrarme,... bien, es muy posible que incluso hoy siguieses teniendo ese mágico efecto sobre mí. Maldita sea, tú habías conseguido que me doliese el corazón de tanto pensar.

Era el último día de clase, el final que todos esperaban con ansia. Yo solo deseaba que no llegase nunca. Después de ese día puede que no volviese a verte, quizás desaparecerías de mi vida, tal vez los años borrarían tu recuerdo y tu nombre, tu rostro, volarían de mi memoria. No, yo no veía el fin de curso como motivo de fiesta.

Y sin embargo, ahí estábamos, en la puerta despidiéndonos de todo lo que dejábamos atrás. Hubo muchas lágrimas aquel día, creo que incluso a ti se te escapó algún pequeño sollozo entre abrazo y abrazo. Eso era lo que más me gustaba de ti, tu ternura y tu fuerza. Al verte allí, sonriendo con determinación mientras te esforzabas por contener la pena, tan solo quise estrecharte con fuerza, apretarte contra mi pecho y alejarte de todo aquello.
Al final lo conseguí. No, no como habría deseado, no te rodeaba entre mis brazos, pero al menos nos alejábamos del tumulto y estábamos a solas. Llegamos a la puerta de mi casa y por fin comprendí la escena que se había montado hacía unos minutos, el dolor de la separación, la frustración. ¿Era eso lo que habíais sentido vosotros?

—Te echaré de menos —murmuré, vacilante.

Aquello era demasiado complicado. Toda la determinación que había acumulado durante semanas... durante meses, parecía haberse esfumado.

—No, no vamos a dejar de vernos —fue tu respuesta.

Creo que sonreí con tristeza, jamás dejaría de admirar tu inocencia. ¿Existen los Reyes Magos? ¿Mantendríamos el contacto?

—Yo... verás... hay... hay una cosa que quería pedirte...

—Claro, lo que sea —te ofreciste sin dudar.

Lo que sea. Cualquier cosa que me pidas. Esas palabras taladraron mi cerebro y mi hicieron querer chillar de frustración. Todo podría ser tan fácil... Si tan solo fuese un poquito más valiente y tú me importases un poquito menos...
Te miré y una vez más me perdí en esos llanos ojos marrones que me traían loca. Tu rostro sincero y esa mirada alegre y franca me habían conquistado desde el primer momento. Estabas apoyada contra la pared despreocupadamente. Si tan solo hubieses podido atisbar mi mente por un segundo, no habrías estado tan tranquila. Mi cerebro maquinaba contra mí, mostrándome todas las formas en que podría acercarme a ti y tocarte antes de verte desaparecer. Porque incluso en mis más sucias fantasías tú siempre terminabas escapando de mí. Después de todo seguía siendo una persona realista.

—¿Eva? —llamaste al ver que no respondía.

Levanté la barbilla en un último gesto de orgullo y, haciendo de tripas corazón, te besé. A mi contacto te quedaste rígida. Intenté ser dulce y gentil mientras tomaba todo lo que podía de ti. Un segundo mis labios se posaron sobre los tuyos con una suave caricia, al siguiente mi cuerpo se pegó al tuyo, intentando grabar tus curvas sobre mi piel. Otro más y ya te habías desecho de mi abrazo... Un abrazo en el que ni siquiera me había dado tiempo a rodearte con mis brazos y estrecharte con fuerza.

Había horror en tu cara, tus ojos me observaban con miedo, como si acabase de desvelarme como el hombre del saco. ¿Había valido la pena? ¿De verdad un suspiro fugaz contra tu boca valía el precio de la amistad? Me humedecí los labios con nerviosismo y encontré mi respuesta. Ahí estaba tu sabor, impregnando mi piel, alimentándome. A partir de ese momento cada onza de chocolate que probase me haría pensar en ti.

—¿Estás loca? —tu voz fue mucho más aguda de lo normal, un pequeño grito aterrado—. ¿Por qué demonios has hecho eso?

—Porque quiero estar contigo.

Las palabras se deslizaron de mis labios antes de que fuese consciente de ello e inmediatamente me arrepentí. No porque fuese mentira o me avergonzase. Si no hubiese tenido tanto miedo por ti, haría mucho tiempo que serías mía. Fue tu reacción. El rechazo.

—Sandra, no voy a... Solo quería que lo supieras antes de perderte.

Pero no había forma de arreglarlo, el juicio ya se había emitido. Yo pensé que me querías. Que éramos amigas. No te pedía nada más que aceptación, no buscaba amor, no lo esperaba. Ni siquiera comprensión. Tan solo me habría bastado que no te hubieses alejado de mí.

—No.

Rotundo, definitivo. Nada más decirlo te marchaste, dejándome allí tirada como una imbécil. No te culpaba, sabía lo que arriesgaba cuando lo intenté, pero de alguna forma, en lo más profundo de mi corazón, había soñado otra cosa.

Te miré alejarte y había lágrimas en mis ojos. ¿Realmente había valido la pena?

La falda recortaba tus piernas, tu cadera se contoneaba en un movimiento fluido.
Me relamí con placer. Al menos había probado tu sabor.

Sabor a chocolate.






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Image by Mad-o-femme



Este relato es para Sarah, la que siempre me ha animado a escribir. No es ningún best-seller de fama mundial, pero es todo lo que puedo ofrecer.

Llevaba un tiempo queriendo escribir algo bonito, quizás incluso romanticoso, pero yo soy la primera en aburrirse con las tiernas historias de amor perfecto, así que me costó encontrar algo aceptable.



"Regálame un recuerdo con tu sabor"
"Aquel sabor nadie me lo quita"

Esas dos frases fueron las palábras mágicas que me faltaban para que mi cerebro despertase. Yo quería escribir eso.

Hacía mucho que no escuchaba a Café Quijano y fue como una revelación. Esta canción me encantaba de pequeña (después de la de No tienes Corazón, of course ^^) y me hizo mucha ilusión encontrar en ella la inspiración.

Espero que el resultado no haya sido muy malo y os guste.

bExotess!