25/1/11

Banned


Desde hace un tiempo (puede que unas semanas, no estoy segura) estoy teniendo problemas con la cuenta. Por alguna razón que escapa a mi conocimiento y mi imaginación, los comentarios que intento dejar en otros blogs o bien no se guardan, o bien se archivan directamente en la carpeta de spam. Quizás sea culpa de un poltergeist informático, quizás sea que realmente me han retirado algún permiso.

En cualquier caso, hasta que descubra qué diablos ocurre o la maldición se vaya tan misteriosamente como llegó, me temo que no veréis muchas señales mías fuera de aquí. Pero no me he olvidado de vosotros, de verdad.


Y para que esta entrada no quede tan pobre, os informo de que este fin de semana estaré en la Japan Weekend. Sé que no debería porque tengo miles de cosas que hacer y trabajos y exámenes y todas esas cosas que me pesan desde septiembre. Sin embargo, no piso un saloncete desde mayo y tengo muchísimas ganas de desconectar, ver a Yachi y Yoru y volver a cosplayarme. Creo que repetiré con el disfraz de Muerte, de Sandman, que es fácil, cómodo y práctico, y no requiere mucha dedicación previa, ahorrándome un tiempo que no tengo.

Además, en menos de un mes me voy de viaje de fin de curso. Estoy deseando coger el avión de una vez, por mucho que eso suponga una terrible tanda de exámenes finales previos. Egipto. Me voy a Egipto.
Ahhh... Un sueño menos que cumplir.

23/1/11

Palabras

El ‘ministro’ de la familia en el gobierno del Papa, el cardenal Antonelli, me comentaba hace pocos días en Zaragoza que la Unesco tiene programado para los próximos 20 años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual. Para eso, a través de distintos programas, irá implantando la ideología de género, que ya está presente en nuestras escuelas.
Demetrio Sánchez, obispo de Córdoba.

No es algo sobre lo que pensase postear en el momento en que lo leí, sin embargo, acabo de encontrar estas palabras de nuevo y algo se me ha movido por dentro. Por supuesto, no es lo peor que he escuchado o leído, pero me parece todo un escupitajo a mi persona.

Yo he tenido una educación religiosa. Mis abuelos paternos solían llevarme a misa los domingos, fui a catequesis he hice la comunión porque era lo que había que hacer (aunque nadie se molestó en explicarme lo que significaba o conllevaba, claro). Incluso hoy, pese a lo absurdo que resulta, estoy terminando el bachillerato en un centro regentado por curas.

Lo que quiero decir con esto es que tengo una pequeña idea del dios y la filosofía cristianas que se predican. Y sinceramente me gusta esa idea del amor incondicional, de la caridad y la entrega. Es por eso que, cuando vuelvo la vista hacia la iglesia católica, me entra la risa floja.

Sé que de esa "Roma oficial", como he oído llamar por ahí, de esa institución eclesiástica poderosa, corrupta y en patente decadencia, no se puede esperar nada más que hipocresía y basura. Sin embargo, de vez en cuando nos regalan dislates tan absurdos que casi rozan la oligofrenia.
Sinceramente, no sé si me ofende más el contenido de las palabras o su origen. Quizás si lo dijese otra persona, un viandante cualquiera, no lo sentiría como un insulto tan enorme a mi inteligencia. 

Y no es un tema de sexualidad, como alguno se ha atrevido a insinuarme. Quién me atraiga o con quién salga no interfiere en mi capacidad intelectual o mi juicio crítico; en realidad ni siquiera importaría que lo hiciese, basta con tener una pizca de sentido común.
En el fondo, lo que menos relevancia tiene es cómo salga yo parada en tales declaraciones. Su política respecto a la homosexualidad y todo lo que se salga de la maldita heteronormatividad patriarcal no es nada más que una de tantas cosas. El gra problema es que una institución con tal poder y tal influencia sobre miles de personas no debería jamás permitirse denostar a otros o poner una serie de ideales, con los que ni siquiera ellos comulgan, por encima del ser humano.
Porque si determinadas palabras se quedasen en la categoría de opinión, si no fuesen más que un comentario estúpido, no habría problema. Pero todo este absurdo se convierte en doctrina. Y la religión, que se supone predica amor y debería unir a las personas, se convierte en la excusa para agredir o discriminar, o en la razón por la que decides no usar condón, dejando embarazada y contagiada de VIH a tu mujer.


Por tanto, no pediré perdón si no creo ni en su dios ni en su iglesia y tampoco lo haré si no quiero que se me relacione con ella. En realidad no soy más que un error de la naturaleza, así que, ¿qué más da?

9/1/11

Boys don't cry (1999)


No suelen gustarme las películas (o historias en general) basadas en hechos reales, sin embargo, la última película que he visto, Boys don't cry, me ha sorprendido gratamente. Está dirigida por KimberLy Peirce, que también participó en el guión y a pesar de no tener mucha idea de cine, creo que lo hace sinceramente bien. Además, la actuación de Hilary Swank, la protagonistaa, es brillante.

Boys don't cry narra la historia de Brandon Teena un joven FTM que intenta borrar su pasado como Teena Brandon al iniciar una nueva vida en Falls City. Se enamora, encuentra un grupo que le acepta y por fin, siente que la vida que desea está al alcance de su mano. El problema, como siempre, es que no tiene pene.

Lo estoy trivializando mucho, por supuesto, sobretodo al pensar que Brandon fue una persona de verdad. Una persona asesinada en 1993 por tener vagina y decidir que eso no era razón suficiente para definirse como mujer.
Os animo a todos a verla y juzgar por vosotros mismos, aunque advierto que es una película dura, o al menos a mi me lo ha parecido.

¡A PARTIR DE AQUÍ HABRÁ SPOILERS!
Personalmente, lo que más me ha movido las tripas ha sido el momento en que acude a denunciar la violación. La visita a la policía es brutal, de verdad, terriblemente real. El interrogatorio me ha dolido más que el disparo. Os dejo el fragmento para que juzguéis.

7/1/11


Hay cosas que no puedo explicar y hay cosas que no quiero explicar.

Es como es, no necesito que nadie se invente razones para justificarme. O te quedas, o te vas, y a tomar por culo el resto. A tomar por culo todo. Y si digo coño es porque quiero decir coño.