23/10/09

Mugen no Juunin (無限の住人)

Actualizo ahora que tengo un ratito porque posiblemente esté demasiado agobiada hasta que pase el Salón de Barcelona y todos los exámenes como para volver a postear en una temporada. Así que para compensar un poquito, subo entrada con chicha (al menos para mi n.n) que después de tanto relatillo y tanto pensar hace falta el toquecillo friki.


Hace unos cuantos posts hablaba de una entrada, recomendación de Mew, sobre mis hombretones. Estuve dandole vueltas y me di cuenta de que un único post para recoger todas mis obsesiones era muy poco, así que he decidido ir de uno en uno. De serie en serie como mucho.

Empezamos, cómo no, con la grandiosa Espada del Inmortal, que junto a CHF es uno de mis enganches más fuertes y duraderos, así como más obsesivos.
Esta es una de esas historias que me han enamorado de tal manera que, aunque entre un capítulo y otro pase muchísmo tiempo, siguen fascinándome como al principio.

Este manga es el niño de mis ojos, uno de los que más me ha gustado, cautivado y enamorado de todos los que he leído. Así que espero que os guste la entrada y de paso, alguno se anime a leerlo.

Portada japonesa del primer tomo
(he de reconocer que la versión española me gusta más en este caso u.u)


Título: La Espada del Inmortal // Blade of the Inmortal
Título original: 無限の住人 (Mugen no Juunin, El Habitante de lo Infinito)
Autor: Hiroaki Samura
Género: Seinen, jidaimono
Publicación: 1994
Estado: Serie abierta, licenciada en España


Es un manga ambientado en el periodo Edo, de esas de samurais con katana en las que llueven oxtias como panes. Los protagonistas son Asano Rin, una simpática chica que ha perdido a sus padres y vaga en busca de venganza, y Manji, un rônin inmortal que busca reformarse de su sangriento pasado matando a mil maleantes y termina viajando con Rin en función de guardaespaldas.

Manji masmola mucho, no solo por tener el cuerpo lleno de kessenchu, unos gusanos que sanan todas sus heridas (a lo largo de la historia no hace más que repegarse miembros amputados y recolocarse en sus sitio las tripas u.u), si no porque además lleva todo un arsenal escondido entre la ropa.
Rin es la chica ñoña que quiere hacerse fuerte para poder vengarse del mundo y reparar su honor pero se pasa el tiempo lamentándose. Lucha con una especie de dardos llamados Insectos Dorados y cuya efectividad deja mucho que desear. A pesar de todo, la chica no me cae mal y tiene una escena, durante el asalto al castillo de Edo, en la que gana muchísimos puntos.


Hasta ahí todo bien. Nuestros chicos buscan al que parece ser el malo de la película, el tipo que se dedica a destruir dôjos y se ha cargado a los padres de la pobre Rin. Entonces, entra en escena Kagehisa Anotsu, el personaje fantabuloso del manga, y todo se va al traste.
Y es que no solo no es tan malo como lo pintan, si no que tiene un atractivo al que ni siquiera Rin puede resistirse. Kagehisa tiene el mundo en sus manos, la fuerza para dominarlo y una sola meta, unir todas las escuelas de esgrima bajo el ala del Itto-ryû, recuperando el verdadero arte de la guerra, donde el que sobrevive es el más fuerte.
Lucha con una pesada y nada convencional hacha que maneja con una fluidez impresionante (ainss esos biceps...) y le permite destrozar la defensa de cualquier oponente. No se anda con chiquitas a la hora de conseguir lo que quiere ni se deja amedrentar con facilidad.
Además, tiene un grupo maravilloso de guerreros que le apoyan, a su altura tanto en maestría con la espada como en misterio y atractivo. Y es que la mayoría de personajes molones del manga, como Makie Otonotachibana, Ozuhan, Doa o Taito Magatsu, forman parte del Itto-ryû.

Pero mi niño no lo tiene tan fácil como pueda parecer en un principio y es que su radical postura crea muchos enemigos, entre ellos, Kagimura Habaki, el verdadero malo maloso. Este hombre, que mola un huevaco (sí, ya sé que digo lo mismo de todos u.u) y es aún más cabezota que Kagehisa, está obsesionado con destruir a mi queridísimo Anotsu y toda la filosofía del Itto-ryû.
Para ello está dispuesto a utilizar todo el poder del bakufu e incluso salirse de la ley, reclutando asesinos (Hyakurin tiene su punto y Shira es un cabrón que me cae fatal pero también mola xD), realizando horribles experimentos, creando un sospechoso grupo de ninjas diabólicos,...
Al final, consiguen hacérselo pasar realmente mal a mis chicos y diezman considerablemente las filas del Itto-ryû, pero Kagehisa no se amilana fácilmente.
¿Y cuál es su respuesta a tal persecución? Un elaborado plan para mantener al grupo con vida... y de paso darles donde más les duele.
Y es que el Itto-ryu (con mi niño a la cabeza, por supuesto) derrocha poderío.


Sí, sé que me dejo muchos detalles importantes, muchos personajes maravillosos y he resumido el argumento con la punta del pie, pero, una vez más, he escrito lo que se me ha ocurrido.
Hace relativamente poco se estrenó el anime de la serie, aunque para disfrutarlo de verdad os recomiendo que leáis el manga, tiene personajes para todos los gustos y ningún desperdicio.

Esta entrada, que originalmente iba a tratar de Kagehisa y más Kagehisa, ha terminado abarcando (más o menos) toda la historia. Y es que me he visto incapaz de hablar de unos sin mencionar a otros.

Taito Magatsu siempre será el primo segundo de Kakashi. Doa, la espadachina molona que me inspiró a Natsuki. Makie, la pareja potencial de Hisi-chan. Shira, el psicópata oficial (¡ahora con brazo de repuesto! >.<). Habaki, el loco sádico y retorcido tan obsesionado con Kagehisa como yo. Y así podría pasarme, personaje a personaje, hasta que se me cayesen los dedos de escribir. Enganche, obsesión, locura, llamadlo como queráis. Yo soy feliz babeando con Hisi-chan y suspirando por el próximo tomo del Inmortal que caerá en mis manos.

1 comentario:

Unknown dijo...

La espada del inmortal, creo que es un manga de referencia, de Hiroaki Samura , uno de mis mangakas favoritos junto con Naoki Urasawa y Tahehiko Inoue. Por cierto este último ha confirmado que este año “Vagabond” llegará a su final, mal-mal-mal.
Hablando de samurais, estoy deseando ver: Mushashi: The dream of the last samurai. Promete.
Por cierto, yo soy de la quinta que descubrió el manga por Mazinger Z, el mal llamado en España: Comando G y, como no, Dragon Ball.
Un saludo.