Como la vida misma. capitulo IX

IX. Mánager

Salgo del despacho de la directora cubierta de pintura seca y seguida de cerca por Luna y Francisco. Al final toda la culpa ha recaído sobre mí. ¿Cómo demonios se lo monta la enana de las narices para salir siempre de rositas? El profesor nos acompaña al baño para que nos lavemos un poco, pero el timbre de salida ha sonado hace un buen rato y nos echa enseguida. ¿Pero que le pasa hoy a todo el mundo? Salgo a la calle muy cabreada y aun me enfado más cuando la gente se para a mirarme y se ríe. Avanzo a grandes zancadas, pisando el suelo con fuerza, imaginando que los que están debajo son toda esa panda de estúpidos son los que comparto clase. Pero me paro de golpe cuando llego a la esquina del San Fernando. Si giro veré la puerta del instituto donde seguramente estarán todos los de siempre, incluido Javier. ¿Estoy dispuesta a que me vea así? El pelo se me ha quedado tieso y de punta, la cara aun conserva el tonillo vómito que ha surgido de la mezcla de pintura, la ropa parece un arco iris y cruje a cada movimiento y debajo de la ropa también voy cubierta de pintura. Un momento. ¿Qué mas da cómo esté bajo la ropa? Ni que fuera a desnudarme aquí en medio... Vale, mejor dejo de pensar y sigo andando. Pero como me he quedado apoyada en la pared, se ha formado un corrillo de gente a mi alrededor. ¿Se piensan que soy uno de esos tipos estatua que le echas una moneda y se mueve, o algo así?

-Como se te ocurra hacerlo te tragas el teléfono

Me dirijo a un chico que se ha parado a mi lado y pretende sacarme una foto, pero espero que el resto se den por aludidos y desaparezcan.
El chico se encoge de hombros y guarda el móvil, pero sigue mirando. Le lanzo una última mirada de odio y sigo mi camino, aparentando toda la seguridad del mundo.

-¿Kyra?

Me vuelvo aparentando sorpresa y me encuentro con que Javier, Cassy y Pedro están mirándome. Podrían haberse ido a casa como los demás, que es muy tarde.

-Hola –les saludo con un gesto y voy hasta ellos

-¿Qué demonios te ha pasado? Parece que te hayas caído en un cubo de pintura –Luz es la primera en reaccionar

-Algo parecido... mas bien me han tirado un cubo de pintura por encima

Pedro empieza a reírse y le lanzo una mirada asesina, que deja de serlo cuando veo que Javi también le mira mal. ¿Será porque se está riendo de mi?

-Pues tienes que caerle muy mal a alguien

-Si, bueno, es que yo le tiré la pintura primero

Javi sonríe y Pedro se ríe a carcajadas, no sé qué estará imaginanado, pero la verdad es que no me importa. Yo solo tengo ojos para Javier, tiene una sonrisa adorable. Cuando se percata de que le estoy mirando fijamente, se quita las gafas de sol y me guiña un ojo. El estómago se me retuerce durante un segundo y cuando él se aparta unos mechones de la cara con aire distraído, vuelve a hacerlo. Tal vez Helena tenga razón y me gusta más de lo que creo.

-¿Al menos te encuentras mejor que ayer? –pregunta Cassy

-Si, no suelo esfumarme así, pero es que fue todo un poco raro

-Pues a mi me pareció bastante interesante

El comentario, acompañado de una mirada directamente de sus ojos, hacen que pierda el hilo de la conversación. ¿Alguien ha dicho beso?

-Si omitimos al imbécil que se me lanzó encima, fue un día perfecto, hasta suspendí un examen

Intento hacer como si no me enterase de nada y seguir a mi bola. ¿Qué ahora quiere ligar conmigo? Pues mejor, pero no me voy a lanzar a sus brazos por mucho que lo esté deseando... Bueno, al menos voy a esperar un poco... ¿Dos segundos?

-¿Y que ha pasado para que termines así? –pregunta Cassy

-Pues es que me he levantado con mal pie y me apetecía atizarle a alguien, así que lo he pagado con un par de idiotas que llevaban un tiempo tocándome las narices

-Pareces un matón chuleándose de sus hazañas –comenta Javi. Vaya, eso me ha molestado

-Es que en la versión original intentan hundirme en la miseria una vez más y cuando estoy al borde de un ataque de nervios, vuelco una pintura estupenda sobre una cabeza llena de laca. De la otra forma al menos me evito preguntas incómodas.

-¿Cómo que hundirte en la miseria? –suelta Pedro, que va a su bola

-Como esta –continuo, señalando al susodicho-, que no voy a responder. El resto de intrigas e interrogantes a mi ménager, ya enviará él una bomba a los preguntones

-¿Tienes mánager? –Le observo detenidamente un segundo. No, no se está riendo de mí, simplemente Pedro no se entera de nada. Y empiezo a darme cuenta que el olor a porro que desprende siempre puede ser algo más grave de lo que pensaba.

-Quiere que la dejes en paz –simplifica Javi, como si estuviera acostumbrado. Que bien me entiende este chico.

-Bueno, yo tengo que irme –suelta de pronto Cassandra- y Pedro se viene conmigo, que una chica dulce e inocente como yo no puede pasear sola por ahí.

Le agarra de la mano y tira de él. Ambos desaparecen enseguida de mi campo de visión, pero la verdad es que me vuelvo hacia el chico que han dejado enterito para mí y no presto mucha atención. ¿Qué hago con él?

-¿Nos vamos nosotros también? Tu querrás lavarte un poco y no tiene mucho sentido estar aquí plantados

-¿Eh? Sí, sí, claro

Cuando estoy con este chico me quedo colgada demasiado a menudo, no puede ser sano. Así que echo a andar con determinación, intentando no desconectar de nuevo y a la vez no centrarme mucho en su presencia. Hay que ver cómo me complico.




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Vuelvo a actualizar, y este relato ya está llegando a su fin ^^ Además, aprovechando que hablo de finales, debo comunicaros que por causas ajenas a la voluntad de la autora, el relato de Muñeca de Trapo no va a tener continuación. Después de casi doce intentos fallidos, me he dado cuenta de que hace mucho que lo escribí y he perdido el hilo, si me obceco y la continuo me la voy a cargar y creo que Laura no se merece eso. En cuanto pueda pasaré los enlaces al apartado de Microrelatos para evitar confusiones y se quedará como un relatillo en varias partes. Siento haber dado alguna falsa esperanza, pero si vierais lo borradores me lo agradeceríais, en serio.

bExotess