Todo llega su fin

Un año más he terminado el curso. Por fín he titulado y puedo librarme del agobio y el estrés previos a las notas, esos que te hacen dudar incluso de poder aprobar las asignaturas en las que llevas una media brillante.
Pero este año es diferente, este año es el último. Ya no volveré al colegio con los profesores y compañeros de toda la vida. Es un cambio, un reto nuevo lo que se me presenta por delante y yo estoy deseando que llegue, pero no puedo evitar mirar atrás y pensar en todo lo que queda.

Así que por esas notas maravillosas y por la larga convivencia, este post es solo para la gente que me ha aguantado tanto tiempo.

Porque sí, también voy a echar de menos a alguno de los profesores y a muchos no creo que los pueda olvidar. Para mí siempre estarán ahí Pilar, la mejor tutora que he tenido nunca y la única profesora que ha logrado enseñarme francés (además, lectora de CHF, razón de sobra para quererla ^^).
Hilario, el gran profesor que se ganó mi respeto desde el principio y el odio de muchos al mismo tiempo u.u, el que encontró el blog, el de la conversación interesante.
Gabriel, el único que ha logrado hacerme dormir y reír al mismo tiempo, el profesor del humor inteligente que siempre se nos escapa, con el que logré aprenderme la dinastía de los Austrias gracias a cotilleos y datos morbosetes.
Alberto, el rey de las matemáticas y los rumores, el único que causa expectación y tiene tanto sueño como nosotros en clase, el único que fue capaz de explicarme los problemas de ecuaciones una y otra vez hasta que aprendí a despejar.
Carmen, sí, Carmen también me dejó algún buen recuerdo a pesar de que sigo creyendo que muerde, después de todo es la mejor profesora de lengua que he tenido ^^
Techu, buena, tanto como persona como profesora de biología, con un entusiasmo envidiable es la que nos ha hecho interesarnos en sus clases (aunque sea un poquito muy pequeñito) a todos en algún momento.
Francisco, uno de los primeros profesores que se ganaron mi respeto y admiración, el que pone un ejercicio de pensar en todos sus exámenes y posiblemente el único que podría haberme convencido para memorizar el proceso de fabricación del cemento (aprobará hasta el gato pero la forma, textura, color y tamaño de las baldosas, baldosines, baldosillas, etc. nos las tuvimos que aprender eh? >.<) Muchos profesores han pasado por mi vida hasta este momento (¡ni pensar los que pasarán a partir de ahora!) pero estos son los que me han marcado más, los que de alguna forma admiro y respeto. Son gente grande, inteligente, y me gustaría que algún día pudiesen, o quisieran, decir con orgullo esta chica fue mi alumna.

(Fotos obtenidas del blog del colegio)

También quedán atrás muchos compañeros y amigos, algunos de ellos simples caras o nombres, unos pocos, personas importantes para mí.
Porque ahí van Raúl, Alberto y Susana, los que siempre me han acogido y los únicos que jugaban conmigo a Harry Potter y Zelda (esos recreos son memorables ^^)
Va Jose María, que a pesar de ser un grandísimo capullo, también parecía saber ser amigo... o eso dicen ^^ pero que por unas cosas o por otras siempre estaba en todas partes (lo que se dice ser el centro del mundo oyess)
Van Elena, Laura y Nora, las que conocieron el cactus y terminaron por apropiárselo, robando la magia, pero que de todas formas se mantienen ahí, a mi lado de vez en cuando.
Van Sarah, Nacho... y JavIván, gente buena y válida donde las haya, con las que no me gustaría dejar de compartir risas y buenos momentos.

...

Y sí, Susana y Sarah de nuevo, porque siguen siendo las mejores y merecen un parrafillo para ellas solas. Las que sea cual sea la situación, logran arrancarme una sonrisa, las únicas que dispuestas a seguir a mi lado, aunque para ello haya que enfrentarse al mundo o rodear el Bernabeu ^w^


Porque de pronto son muchos adioses y muchos nervios ante los nuevos caminos que se abren. Porque, coño, yo también se ponerme tierna y empalagosa de vez en cuando. Porque todos habéis sido y seguiréis siendo un pedacito importante de mi memoria. Porque incluso si algún día olvido vuestras caras y vuestros nombres, no dejaréis de ser lo que me ha hecho como soy. Porque os quiero a todos. Porque espero que la historia no termine aquí, aunque un libro llegue a su última página, los personajes no tienen por qué desaparecer o volverse invisibles los unos para los otros.

Por todo eso y porque me da a mí la gana, este post es vuestro.