19/9/10

El principio del fin


A pesar de toda la resistencia que he ofrecido, el curso ha vuelto ha empezar y yo vuelvo a vivir cargada con todo lo necesario para mantener el ritmo. El saber ocupa lugar, un preciado lugar y cada vez que miro las pilas de libros, soy dolorosamente consciente de ello.

Tengo libros nuevos, pesados libros nuevos y una agenda muy cuca que me han regalado, así que en teoría estoy preparada para eso de "la vuelta al cole", pero la verdad es que este año empiezo sin muchas ganas; estoy ya sin fuerzas antes de empezar.

Solo me atrae el temario de biología, o más bien, el final del temario, usease los temas de microbiología, genética e inmunología, que están después de toda la bioquímica y citología (18 laaaaargos temas). Casi quinientas páginas de conocimiento.
Química y CTM pueden ser interesantes, sobretodo química, porque CTM tiene una horrible y maléfica parte de geología y otra de nubes que me espantan un poco. Las demás asignaturas simplemente están.

Por otro lado, este ha sido un buen verano y me da pena dejarlo atrás, pero también tengo ganas de que llueva un poco y volver a sacar la chupa del armario, asi que no me quejo por la ausencia de sol que implica el curso. Tal vez sí voy a extrañar el tiempo libre... o mejor dicho, el tiempo de poder decidir y elegir qué hacer en cada momento con calma y total libertad.
Sin ninguna duda, voy a extrañar eso de quedarme todos los días hasta las cinco de la mañana ya fuese posteando en el foro, leyendo, viendo Lost o simplemente mirando al infinito. No es que me apasione especialmente eso de levantarme a las tantas, en realidad tengo la sensación de haber perdido gran parte del día y me da un poco de rabia, pero ODIO madrugar. Lo odio con todas mis fuerzas.
Sobretodo porque mantendré mi política de trasnochar siempre que no me desmaye en algún rincón y, aunque normalice un poco la hora de cerrar, seguiré negándome a acostarme a las diez de la noche. Es simplemente una imposibilidad física dormir a esa hora, lo dice una que lo ha intentado alguna que otra vez.

Pero sacar los jerseys, levantarme antes que el astro rey y correr el riesgo de morir sepultada por algún libro es algo que ocurre todos los años. Y a pesar de ello, todos los años los he llevado con relativa alegría, con ganas incluso.
Este es distinto. Y no es porque tengamos un jodido montón de cosas que aprender en menos tiempo que nunca, menos horas de clase o un maravilloso viaje de fin de curso a Egipto. El problema es una cosa llamada PAU.

Llevo dos días de clase. Dos días en los que he tenido la oportunidad de conocer a todos mis profesores, que a excepción de Historia, Filosofía y Lengua son los mismos del año pasado. Dos días de reencuentro con los compañeros, intercambiar experiencias, risas y recuerdos. Dos días para ir asumiendo que esto ya ha empezado.
Y sí, dos jodidos días en los que he escuchado la palabra PAU cerca de trescientas veces. Según cruzamos la puerta de la clase, toda conversación posible empieza a girar en torno al mismo tema de una manera que raya lo enfermizo. En este momento respiro, como, vomito, excreto y sudo PAU por todos los poros de mi piel. Y solo llevo dos días.
Realmente no quiero saber cómo van a ser los demás, ya estoy cansada de darle tantas vueltas al tema.

Sé que quizás yo me agobio un poco con este tema porque quiero entrar en medicina y necesito mucho trabajo y algo de ayuda divina (¡Nacho, no me abandones!) para conseguirlo, pero puedo aseguraros que incluso la persona más pasota que podáis echaros a la cara, podría tener un ataque de nervios en este ambiente.
No importa que racionalmente no te preocupe el tema, que sepas que es una prueba para tontos comparada con la dureza de la Selectividad anterior (o así lo venden), que lo tengamos mucho más fácil por poder elegir, que quede mucho tiempo o que sepas que no vas a usar cada minuto de tu tiempo en estudiar y trabajar. Da igual todo, en este momento estoy bastante saturada con el tema y a pesar de ello, ligeramente agobiada.

Así que puedo aseguraros que estoy deseando poder olvidarme de este maldito curso y de esa maldita prueba de acceso que aparentemente condicionará el resto de mi vida. ¡Horror!

4 comentarios:

Reika dijo...

Qué identificada me siento con tus palabras. Yo también he sido acosada estos dos días con la palabra PAU, sin olvidar la coletilla "ésto no es 1º".
Creo que hacen mal en recordarlo tanto, porque al repetirlo hacen que una parte de nuestro "yo" entre en crisis. No paramos de pensar en esa maldita prueba y en lo difícil y agobiante que va a ser este curso.
En ocasiones pienso que, en vez de incitarnos a estudiar como si no tuviéramos otra cosa que hacer, quieren desmoralizarnos desde principio de curso. Parece que somos tontos y no sabemos por nosotros mismo lo estresante que va a ser 2º y lo importante que es la prueba de acceso a la universidad.
Ahora solo nos queda ser fuertes, cielo, y no dejar que nuestra cordura se pierda por esas tres letras infernales.

Un besito =3

Mew dijo...

Yo entiendo tu agobio, puesto que para entrar a medicina necesitas sacar una nota muy alta. Pero, de verdad, echando más leña al fuego y estresándote el doble no vas a conseguir ni que esto sea más fácil, ni que las cosas te salgan mejor. Si piensas que es muy duro, entonces cambia tus hábitos de estudio. Prueba a leer lo que habéis visto en clase ese día, a hacer algún ejercicio extra para ti, para soltarte, prueba a entender, sólo entender, las fórmulas de matemáticas, o el desarrollo de las enfermedades de biología. Con que le dediques media horita a un par de asignaturas de tu elección cada tarde, fines de semana excluidos, vas a ver como te agobias menos.

Y ahora ya fuera de toda coña... la selectividad no es tan difícil. Ni lo fue para mí en su momento, ni lo va a ser para ti en el tuyo. Son exámenes de segundo de bachillerato, que te preguntan por cosas de segundo de bachillerato únicamente. Los profesores os van a dar el temario enfocado a lo que caerá en selectividad, y si quereis vais a tener un cursillo de preparación a la PAU antes de junio.

Joder, si es que en el fondo os van a dar todas las herramientas necesarias para sacar un 14. Yo sé que eres una chica lista y racional, así que no te agobies por algo que la voz de la experiencia te dice que no es tan difícil. Y si necesitas ayuda con algo en lo que yo pueda ayudarte (como por ejemplo las matemáticas, por mucho que no te lo creas xd), cuenta conmigo.

¡Ánimo, mujer!

Niwa dijo...

Ya sé que no es tan difícil, que no es tan horrible y que nos ayudan todo lo posible porque al fin y al cabo, nosotros no somos los únicos interesados en sacar buena nota en selectividad.

Si te digo la verdad no me agobia el hecho del curso en sí mismo, ni siquiera la PAU supone una verdadera fuente de estrés en este momento. Lo que me agobia es tener mil cosas que hacer y no encontrar el tiempo suficiente para hacerlo todo.
Y no me digas que con media horita a un par de asignaturas cada tarde lo soluciona todo porque yo echo horas y horas, tardes y fines de semana enteros, y muchas veces me falta tiempo. Si solo fuese estudiar sí, no habría problema con tu planteamiento, pero si le añades toneladas de ejercicios, trabajos, lecturas, memorias de laboratorio, etc. la cosa cambia bastante.

Además, necesito tiempo para respirar de vez en cuando y ver una peli, salir con vosotros, vaguear un rato con el ordenador o la play o simplemente escuchar un par de canciones mirando al techo. Lo necesito de verdad. Y eso es incompatible con el ritmo de trabajo que me gustaría llevar y con todas las cosas que me gustaría hacer, por eso me agobio.

De todas formas, lo malo aún no ha empezado, en este momento estoy tranquila, simplemente con la tensión del día a día. Es posible que en unos meses (o semanas u.u) no piense lo mismo.

Charlie D. dijo...

Nah, la PAU es todo lo monstruosa que tú la quieras hacer... y sí, a los profes les encanta meter miedo con ese tema =P

Pero vamos, yo cuando la pasé estudiaba como mucho 2h al día (3h en época de exámenes) y no dejé de salir con los amigos ni un finde. La nota que tuve me daba para entrar en cualquier carrera... incluída medicina. (Hice la PAU nueva, por cierto).

Lo que quiero decirte, es que más que empollar e hincar codos (que también, pero no en exceso) lo que cuenta es que vayas fresca al exámen y con capacidad de improvisación. Muchas veces son los nervios los que estropean una buena nota...

Y sí encima tienes clara la carrera, ¡a por ella! Si de verdad hay ganas fijo que entras ;)

Y un consejillo práctico: preséntate a la prueba específica sí o sí, y llévatela preparada.

And may the force be with you! =P


P.D. Nice blog ^^